Camus recrea la Barcelona de hace un siglo en "La ciudad de los prodigios"

Mario Camus rueda en Barcelona La ciudad de los prodigios, película basada en la obra homónima de Eduardo Mendoza. Se trata de una ambiciosa coproducción europea con un presupuesto que roza los 1.000 millones de pesetas. El filme, como la novela, narra las peripecias de Onofre Bouvila desde su llegada a la capital catalana, poco antes de la primera Exposición Universal, en 1888, hasta la celebración de la segunda, en 1929. El protagonista será en la pantalla Olivier Martínez. Emma Suárez encarnará a Delfina, su amada.

El rodaje empezó hace dos meses y ayer, a poco más de una semana de que acabe, el equipo de La ciudad de los prodigios se tomó un respiro para explicar a la prensa el proyecto. Un proyecto casi tan antiguo como la novela, que salió en 1986. Francesc Betriu estuvo a punto en 1994 de iniciar la película, pero el intento fracasó, y ya va para tres años que Mario Camus aceptó dirigir el filme a partir de un guión de Gustau Hernández en el que hizo retoques.El director de La ciudad de los prodigios es un experto en llevar literatura contemporánea al cine. Dos de sus mejores filmes, La colmena y Los santos inocentes, son versiones de novelas de Camilo José Cela y de Miguel Delibes. En la adaptación de la obra de Mendoza, lo más complicado, dice Camus, es "la reconstrucción del tiempo pasado". Eso ha exigido muchos planos interiores y el empleo de varias maquetas. Una de ellas, de 118 metros cuadrados, reproduce la Barcelona de 1886 vista desde el puerto.

Mendoza, que no ha participado en el guión aunque ha sido consultado, se desmarcó del proyecto, y aseguró que está siguiéndolo "sólo como espectador". "La función del novelista adaptado", afirmó, "es estar ahí por si lo necesitan y no meterse en algo que no le incumbe".

Además de Olivier Martínez y Emma Suárez, que llevan el peso de los papeles principales -Onofre Bouvila y Delfina-, la película cuenta con un numeroso reparto. En él, un cantante que debuta como actor. Es Loquillo y encarna a Efrén Castells, mano derecha de Bouvila.

El filme, cuyo montaje acabará a principios del próximo año, durará más de dos horas y aspira a ir al Festival de Cannes. En su producción participan empresas de cine españolas, francesas y portuguesas.