Buenos y malos
Berkoff es un actor consumado y un autor dramático. Es un actor que salió de la escuela LeCoq de París, que recientemente ha sido citada aquí a propósito de otro monólogo del Festival: repito que es una escuela de mimo y voz, que produce alguna exageración con respecto al naturalismo que ahora está más extendido: y en este gran actor se notan esos rasgos que a veces dan una imagen de sobreactuación de manos y cintura y gesto: pero como se trata de una interpretación cómica, su efecto es admirable.Como autor ha escrito varias obras, pero es admirado sobre todo por sus versiones, más que adaptaciones, de grandes genios literarios: Kafka, o Esquilo. Es un crítico de la cultura, un revisor de mitos y de tópicos. Siempre con un gran sentido del humor personal.
Villain !
Villain! (¡Villanos!)", escrita, dirigida y representada por Steven Berkoff, con textos de Shakespeare. Festival de Otoño. Teatro de la Abadía
Ahora su monólogo es un comentario sobre algunas de las obras de Shakespeare: a través de los caracteres de los "malos" ("villain", o "villanos") y la paradoja está en que los realmente malos de aquellas grandes obras no lo son tanto, o tienen sus razones, como Yago o Ricardo III; mientras que los héroes, los grandes protagonistas, pueden ser decididamente miserables: como Hamlet que, apenas vuelve a su casa de Elsinor, se convierte en "asesino múltiple"; o la madre de Coriolano, que le educó mal y se aprovechó de sus matanzas; incluso el Oberón de El sueño de una noche de verano que es "el primer traficante de drogas", utilizando a Puck; capaces los dos de intoxicar a Titania -la convierten en ninfómana- y a su hijo para poseerlos.
Sobre los temas citados, Berkoff relata el cuento de cada obra, imita a sus personajes, se caracteriza de ellos con la simple cara desnuda y el movimiento del cuerpo: y con una voz de tonalidad espléndida, educada para todos los matices. Desde la parodia, desde la complicidad con el espectador, desde la crítica.
Obra inteligente
Naturalmente, entusiasma. Su inglés parece accesible para la mayoría de los espectadores, aunque ya he ido notando en los festivales que mucha gente se ríe más de lo debido cuando se representa en otros idiomas para hacer notar su dominio, que tal vez no posea el vecino de butaca, aunque también tienda a reírse por mimetismo.Como pasa con las obras que podemos llamar inteligentes, cuyas frases se acogen con murmullos de placer para exhibir la capacidad de comprensión que tenemos. Está en buenísimo inglés, y es muy inteligente; y es burlona, y aguda, y da ocasión de ver a uno de los monstruos sagrados de la escena mundial; aun los poco lingüistas pueden apreciar su alta calidad.
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