_
_
_
_

Tropas y agentes de policía inician el repliegue en la selva colombiana

Desde ayer, jueves, 2.164 hombres, entre soldados y policías, empezaron a preparar la retirada de sus cuarteles esparcidos en 42.000 kilómetros de selva. En un plazo de 24 días deben dejar completamente despejado este inmenso territorio para crear una zona de distensión en la que, a partir del 7 de noviembre, por un plazo de tres meses, el Gobierno se sentará a hablar con la guerrilla más nutrida y antigua del país: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La orden la dio el presidente Andrés Pastrana, cumpliendo una de sus promesas electorales y las exigencias de las FARC. En la misma resolución se otorgó a este grupo insurgente status político y se dio por iniciado el diálogo. "Con las FARC coincidimos en señalar la existencia de una Colombia en donde hay injusticia, exclusión y desigualdades sociales. Considero ello un punto de partida para iniciar los diálogos de paz", dijo Pastrana. Afirmó también que la paz no se hará a espaldas de los militares e invitó a la guerrilla a un diálogo "sin temas vedados".

La zona de distensión es dos veces la provincia de Cataluña, es casi toda territorio selvático y abarca cinco municipios de las provincias del Meta y el Caquetá, al sur del país: San Vicente del Caguán, Mesetas, Vistahermosa, Lauribe y La Macarena. Es una zona ganadera y coquera, desde hace años controlada por los más de 5.000 hombres con los que cuentan allí las FARC. Según cifras oficiales en el área, hay 10.370 hectáreas de hoja de coca, 3.915 laboratorios -entre grandes y caseros-, y la producción mensual es de 6.768 kilos de pasta de coca.

Negocio de la coca

El repliegue es tal vez, dentro de los temas que se han planteado en estos preámbulos de la negociación, el que más rechazo genera. Muchos lo ven como la antesala de la federalización del país, otros, incluido EEUU, ven en esta medida el interés de las FARC por manejar libremente el negocio de la coca y evitar los programas de fumigación de cultivos. Un sector paramilitar anunció que preparaba un sabotaje. Desde hace unos días, en San Vicente del Caguán circulan panfletos en los cuales se amenaza a todo aquel que hable con la guerrilla. En la zona operan cuatro batallones y dos brigadas del Ejército. El más grande es el batallón Cazadores, de San Vicente, una de las unidades contrainsurgentes más importante del país. Este lugar será durante tres meses cuartel general de los delegados del Gobierno en las conversaciones. El 7 de noviembre, el secretariado de las FARC, encabezado por su comandante Manuel Marulanda, Tirofijo, iniciará el diálogo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_