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Oro en la viña del Rioja

Las bodegas y la DOC advierten contra el encarecimiento del precio de la uva, que ha llegado a 200 pesetas el kiloEn pocos años, el precio de la uva en las diversas zonas de la denominación Rioja ha crecido un 300%

Afirmar que el vino es oro es más que una metáfora en las zonas de La Rioja, Álava y Navarra que comprende la denominación de origen Rioja. Sin embargo, lleva camino de hacerse estricta realidad con el precio que está alcanzando su materia prima, la uva, para inquietud de bodegas y futuros consumidores. En estos primeros días de vendimia se conocen acuerdos particulares como la compra por Marqués de Cáceres a una cooperativa riojana de la cántara de vino a 4.600 pesetas (287 pesetas el litro, lo que sitúa el kilo de uva en torno a las 200 pesetas), operaciones que se repiten también en la subzona de Rioja Alavesa, donde es conocido que una bodega ha llegado a sobrepasar las 200 pesetas por kilo de uva. Un salto cualitativo si se comparan las cifras con otros ejercicios no tan lejanos. Desde las máximas instancias del Rioja se pide serenidad. Los miembros del consejo regulador son conscientes de que estos contratos hay que interpretarlos en su justo término: como pequeñas operaciones privadas no suponen una corriente dentro de un mar de uva, dado que en toda la denominación se recogen entre 350 y 360 millones de kilos. El presidente de la denominación de origen calificada Rioja (DOC), Angel Jaime Baró, y los representantes del sector bodeguero piden tranquilidad y dicen que hay que esperar al balance final. "Las noticias responden al interés de algunos agricultores porque salgan unos precios altos en el inicio de la vendimia, con el fin de impulsar hacia arriba los precios de venta de la campaña", manifiestan algunos bodegueros. Los datos son incuestionables. En los últimos años, el precio del kilo de uva se ha disparado de forma exponencial. En 1993, la media llegó a las 60 pesetas, en 1995 a 130, y en las dos últimas campañas se pagó entre 110 y 130 pesetas. ¿Quién da más?, se pregunta Rafael del Rey, gerente de la Agrupación de Artesanos Bodegueros de Rioja. "En pocos años la revalorización ha sido de un 300%, y esto es preocupante para el sector". El Grupo de Criadores y Exportadores de Vino Rioja recomendó a sus asociados, en su última asamblea, un precio máximo de 170 pesetas por kilo de uva tinta y de 125 por el de blanca. Pero los viticultores se rigen por la ley de la oferta y la demanda, y la primera está constreñida por la limitación en las plantaciones de vid. Por eso, una de las demandas que la DOC Rioja lanzó en el reciente debate sobre la reforma de la Organización Común de Mercado del Vino fue la de incrementar el número de hectáreas de viñedo. Tan sólo la denominación necesitaría a medio plazo entre 8.000 y 10.000 hectáreas del total de 12.000 asignadas por la Comisión Europea para el campo español. "Es decir, los temidos dientes de sierra en la cadena de precios se producen por tener una demanda de uva totalmente liberalizada, donde los precios suben y bajan de forma libre, en contraposición a una oferta totalmente restringida", argumente Del Rey. En la Denominación, a esta falta de plantaciones, descubierta por las necesidades del mercado, se unen otros males como el intento de forza el rendimiento de la uva por hectárea, práctica que puede incidir de forma negativa en la calidad del producto final. En el mercado, si la demanda de uva sube, los problemas vienen con el precio, si baja, el problema se produce con los excedentes. En la actualidad, comprar una viña es cada vez más caro, pero el que la obtiene ostenta una fuente de riqueza de momento inagotable. Una viña bien tratada al agricultor le puede costar una media de 50 pesetas por kilo de uva producida, mientras en el mercado se pagan las 170 pesetas. Todo este proceso, además, desemboca en forma de cascada sobre (o contra) el bolsillo del consumidor. En un futuro próximo, éste se acostumbrará a pagar más por los vinos de gama alta, crianzas y reservas, dada la tendencia actual en las denominaciones de situarse en los segmentos más altos de precios e ir abandonando poco a poco sus gamas bajas. Un aumento insuficiente La superficie de viñedo de la Denominación de Origen Calificada Rioja ha pasado de las 38.349 hectáreas cultivadas en el año 1983 a las 52.264 del año pasado; es decir un aumento de 14.000 hectáreas, superficie considerada es insuficiente para los vocales del Consejo Regulador. En La Rioja, se localiza el 69,6% de la superficie de viñedo (77,4%o en 1983) y el 8,% en Navarra (7,6% en 1983). Desde ese año, los aumentos de hectáreas de viñedo han sido en La Rioja de 9.011 hectáreas; de 3.118 en Álava y de 1.786 en Navarra. Esto ha propiciado a su vez el aumento de la producción: desde 1995 ésta se sitúa por encima de los doscientos millones de litros, batiendo sucesivas marcas, hasta alcanzar los 254 millones de litros de la pasada campaña.

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