Chillida: "Seguiré pensando en lo que puedo hacer por Barcelona"
El escultor inauguró ayer un mural cerámico en el Museo de Arte Contemporáneo
Eduardo Chillida estaba a punto de iniciar su parlamento cuando se descolgó la cortina que protegía el gran mural cerámico que ha realizado para el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). Sensiblemente emocionado, dijo al girarse: "Es exactamente lo que quería que fuera. Seguiré pensando en lo que a partir de ahora puedo hacer por Barcelona". Aunque Chillida ha pintado a mano con óxido de cobre cada una de las piezas que componen el mural, la última fase de la realización no pudo ser controlada directamente por el artista a causa de problemas físicos, debidos, según explicó su esposa Pilar, "a una intoxicación de marisco". Con visibles muestras de que su salud aún no ha recuperado su habitual nivel, Chillida había explicado poco antes de la inauguración que todavía no había visto el resultado final, pero éste pareció satisfacerle.
Donación
El mural es una donación de la corporación Sara Lee a la Fundació Museu d"Art Contemporani, que la ha cedido al Macba. Junto al artista, asistieron al acto de inauguración el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el presidente de la Fundació d"Art Contemporani, Leopoldo Rodés; el director del Macba, Manuel Borja-Villel, y Steve MacMillan, presidente de Sara Lee.El mural cerámico es una obra construida con hormigón refractario cocido al horno, pintado y vuelto a cocer a temperaturas superiores a los mil grados. Barcelona tiene una longitud de 15,5 metros y casi seis de altura. Su sistema de anclaje permite la posibilidad de desmontarlo si alguna circunstancia aconsejara su traslado.
"Cuando vine a ver el espacio, enseguida vi que la pared donde se ha colocado el mural era el lugar idóneo para su colocación", comentó Chillida. La obra se encuentra en el mismo muro donde se encontraba la copia del graffitti de Keith Haring dedicado al tema del sida, cuyo original había sido pintado por el artista en una plaza próxima al museo en 1989, poco antes de su muerte. "El graffitti fue concebido por Haring como una obra efímera. Todavía no sabemos si le buscaremos una nueva ubicación", comentó el director del Macba, Mauel Borja-Villel.
Borja-Villel también quiso posicionarse sobre la obra de Chillida: "Aunque es un proyecto anterior a mi mandato, lo apoyo plenamente, porque Chillida es uno de los autores más importantes del siglo XX. Primero, por su influencia en otros artistas, y también, por aportar esa parte humana que hace que el arte sirva para entender el mundo".
Ésta es la tercera obra pública de Chillida en Barcelona. En la plaza del Rei se halla Topos, y en el Parc de la Creueta del Coll se halla Elogio del agua, cuyo desprendimiento causó un accidente. Precisamente para reconstruirla y dar una nueva configuración al espacio que la rodea para impedir futuros percances, el alcalde de Barcelona firmó ayer, junto a Chillida y a un representante de la firma constructora Nexo, un convenio por el cual esta empresa aportará 50 millones para la restauración de la obra.
Babelia
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