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Indignación en Francia por la llegada a sus costas de basura flotante española

Los municipios vascofranceses culpan al desplome, hace dos años, del vertedero de Bens

Javier Sampedro

Los municipios de la costa vascofrancesa sospechan que las varias toneladas diarias de plásticos y otras basuras flotantes que la corriente arrastra hacia sus playas proceden del vertedero coruñés de Bens, que hace dos años se desplomó y arrojó al mar millones de kilos de residuos. El Ayuntamiento de A Coruña rechaza la acusación, pero los franceses aducen en apoyo de su tesis un argumento oceanográfico -la corriente marítima va de Galicia al golfo de Vizcaya- y otro filológico: los restos de etiquetas e inscripciones de la basura están escritos en español.

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El aumento extraordinario de residuos flotantes se ha hecho patente este verano no sólo en el suroeste francés, sino también en las costas guipuzcoanas. San Sebastián registró el pasado 1 de agosto una marca histórica, al recoger junto a sus playas 443 toneladas de basura procedente del mar.En septiembre de 1996, el vertedero de Bens -una especie de despeñadero de basura situado a un kilómetro de la costa coruñesa- se desplomó y derramó al exterior 100.000 toneladas de residuos urbanos, parte de los cuales acabaron por caer al mar. El responsable de campañas de Greenpeace, Juan López de Uralde, considera probable que parte de la basura haya llegado a costas francesas, si bien no cree que ese hecho pueda demostrase convincentemente. También señala que dos años parece un periodo excesivo para tal odisea de la cochambre.

La coordinadora ecologista española CODA también considera "posible" que la basura proceda del vertedero de Bens, a pesar de los dos años transcurridos. Esta organización se queja de que ninguna Administración llevó a cabo un seguimiento de los plásticos vertidos, lo que impide ahora cerciorarse de su origen. También recuerda que lo peor no es la basura que flota, sino los contaminantes que no se ven debido a su carácter líquido o a su pequeño tamaño.

La marea inmunda parece haber colmado la paciencia de las autoridades locales vascofrancesas y del propio Gobierno de París. La ministra de Medio Ambiente y líder de los Verdes franceses, Dominique Voynet, está decidida a plantear seriamente el asunto a su homóloga española Isabel Tocino en su próxima reunión, aunque, dadas las considerables diferencias entre las legislaciones de ambos países, nadie en Francia se hace muchas ilusiones. El soterrado reproche contenido implícitamente en la pregunta "¿Qué hace España con los fondos de cohesión europeos destinados a proteger su medio ambiente?" está empezando a hacerse cada vez más explícito.

Un mal vecino

En los comentarios de los responsables de la Administración francesa, las grandes masas de basura de procedencia española que bordean estos días las costas se suman al desastre de Doñana y a la nube radiactiva que se extendió por Europa en junio, supuestamente causada por la factoría de chatarra de Acerinox en Algeciras (Cádiz).

España tiene fama de vecino contaminante, sobre todo entre la población vascofrancesa. Sin necesidad de mayores investigaciones, la gran mayoría de las etiquetas de las botellas de plástico, de los paquetes, envases y bolsas que recalan en las playas del suroeste muestran su inequívoca procedencia española.

En el Ministerio español de Medio Ambiente recuerdan que las competencias sobre residuos están transferidas a la Xunta de Galicia. En la consejería de Medio Ambiente de la Xunta señalan que los residuos del vertedero de Bens son responsabilidad del Ayuntamiento de A Coruña. Y éste niega la posibilidad de que los plásticos llegados a Francia procedan del derrumbamiento de Bens.

Fuentes de ese Ayuntamiento aseguran que "la basura que cayó al mar fue sólo una parte irrelevante de los miles de toneladas de residuos que se derrumbaron, y enseguida se instalaron unas redes-pantalla para evitar su dispersión", según informa Xosé Manuel Pereiro desde A Coruña. Las mismas fuentes admiten: "Sí quedaron algunos residuos depositados en los fondos de la costa, que pudieron haberse desprendido con el tiempo, pero no en tal cantidad que pueda hacer pensar que esas materias plásticas aparecidas procedan de aguas coruñesas".

El alcalde de A Coruña, el socialista Francisco Vázquez, ha declarado que "los trabajos de consolidación y sellado del vertedero se han realizado y se realizan no sólo con fondos de la Unión Europea, sino con su supervisión. Lo único que se ha desprendido de Bens han sido olores, que ya están controlados". Vázquez sale con estos argumentos al paso de las acusaciones francesas de despilfarro de los fondos comunitarios destinados a protección del medio ambiente.

Colorante

Para determinar con precisión los movimientos de las corrientes y la evolución de la masas de agua a lo largo del litoral, el Ayuntamiento de Biarritz está cubriendo desde el jueves su costa con una capa de rodamina B, un colorante inofensivo que les dará la prueba de tales movimientos auspiciados por las mareas y los vientos.Con esos datos, los municipios costeros confían en reordenar los vertidos propios, reducir la contaminación de sus aguas de baño y recuperar las banderas azules. La corriente más conocida es la que se inicia en Portugal, recorre la costa cantábrica y desemboca en el callejón sin salida del golfo de Vizcaya.

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