Las bodegas del Marco de Jerez comienzan una vendimia de calidad
Las bodegas del Marco de Jerez iniciaron ayer la campaña anual de la recogida de la uva, que servirá para la elaboración de los vinos de la nueva temporada. La más temprana ha sido la viña jerezana La Bernala, donde ya han comenzado las labores de recolecta, aunque el grueso de la campaña arrancará a principios de la próxima semana. Según los laboratorios que analizan las cosechas cada año, la uva de esta campaña es de excelente calidad y la producción superará las 60.000 botas.
La viña de La Bernala fue la primera en inciar la vendimia del Marco de Jerez. La uva se recoge unos días antes que en el resto de la campiña al objeto de obtener un fruto poco maduro, apto para la elaboración de los vinos blancos de mesa, como los de la firma Barbadillo. Mientras, en El Puerto de Santa María la finca La Atalaya, de la que se surte la poderosa bodega de Osborne, comenzó ayer a realizar el pie de bota, un depósito de uva pisada que es fermentado durante tres días, para más tarde ser agregado al mosto producido durante le resto de la campaña, de manera que se consigue acelerar su proceso de maduración. Según las valoraciones aportadas por los laboratorios de la zona, la uva de esta temporada será de excelente calidad, con niveles similares a los cosechados el pasado año, después de varios veranos en los que la sequía hizo mermar considerablemente el grado de azúcar en el producto. Índice "baumé" En esta ocasión, el índice baumé (que mide la concentración de azúcar en el fruto) está en los 11 grados, sobre un baremo que estipula los 12 grados como un índice óptimo. A mayor grado de azúcar en la uva, más elevada será la concentración de alcohol que generará una vez fermentada. Los productores de vino valoran las altas concentraciones, ya que de esta forma evitan alcanzar los grados de alcohol fijados en sus productos finales mediante añadidos de alcohol artificial. Por otra parte, las lluvias del pasado invierno han facilitado una cosecha abundante, que superará las 60.000 botas, unos cinco millones de litro de mosto de uva. A falta de cerrar los precios definitivos de venta de la uva de esta temporada, los viticultores (los propietarios de las viñas) esperan poder superar las cuatro pesetas por kilo, que deberán pagar las bodegas interesadas en la producción. Por su parte los recolectores cobrarán una 5.500 pesetas por jornal desarrollado. En los últimos años este trabajo ha experimentado una masiva incorporación de la mujer. La tarea de recogida de la viña se dará por concluida a mediados del próximo mes de septiembre.
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