Los viñedos de la región producirán este año un 30% menos de cosecha

Los viticultores madrileños auguran pérdidas de hasta un 30% en la cosecha de este año, aún en ciernes. Un invierno plagado de heladas (el último) y un verano de tardes nubladas son los principales culpables, según los afectados, de que las plantaciones de vid de la región luzcan un aspecto más bien pobre. Los agricultores esperan recolectar al menos 24 millones de kilos de uvas esta temporada, casi un tercio menos de los 35 millones que se recogerían de no darse inclemencias meteorológicas. La cifra esperada es más baja incluso que la del año pasado, 29 millones de kilos, "pese a que ya se trató de una cosecha regular", según resalta el técnico del Consejo Regulador de Vinos de Madrid, Lucas Vellón. Para intentar evitar que haya más pérdidas de las anunciadas, los propietarios de los viñedos han retrasado unas semanas la vendimia sobre las fechas habituales. Así, la recogida comenzará en el último tercio del mes de septiembre, en lugar de hacerlo al principio. Un año más, Arganda es la zona que prevé mayores pérdidas, a causa de los estragos de las heladas y las tormentas del pasado invierno. Las dos subzonas vinícolas restantes dentro de la región, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, sufrirán también la caída de la producción, pero con menos virulencia.

Voz de alarma

La voz de alarma sobre la flaca cosecha que se avecina la ha dado el Consejo Regulador, al que están acogidas 30 bodegas. Dentro de la tipología de uvas, menudeará más la blanca (albillo) que la roja, según Vellón. Y es que, además de la climatología, han influido en las malas perspectivas "las podas que sufrieron los viñedos durante la temporada anterior", según el técnico de esta entidad vinícola. "Las podas se debieron a las heladas, que mataron la madera, y hubo que quitar toda la parte muerta". Eso sí, tras esta cosecha de transición se espera una próxima "bastante buena", ya que, según Vellón, "las yemas nuevas necesitan un año para estar a punto"; pero dependerá "de si llueve este invierno y la próxima primavera es buena".