Arrabal afirma que la vida se inspira ahora en el teatro
En este fin de siglo los papeles se han cambiado: el arte no es un reflejo de la vida, al contrario, la vida se inspira en el teatro. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el dramaturgo Fernando Arrabal (Melilla, 1932) que ayer intervino en el curso Hacia una dramaturgia española del nuevo siglo, que se celebra esta semana en El Escorial. La directora del curso y crítica literaria, Beatriz Hernanz, reivindicó el teatro como termómetro de la realidad frente a los medios de comunicación audiovisuales.Para el dramaturgo Fernando Arrabal el momento que vivimos es formidable. Un gran momento en el mundo de la ciencia, la poesía, el teatro y la literatura. "Como en el Renacimiento, por ello nada de moderno tiene todo esto", opinó el dramaturgo, que ayer intentó librarse de su leyenda provocadora asegurando que odiaba el escándalo.
El gran teatro de hoy hace cambiar las cosas de la vida, cuando ese no es su propósito, dijo, sino el de escribir. El premio Nabokov anunció que el próximo mes rodará en Milán el largometraje El laberinto, con Gérard Depardieu y María Ángela Melatto.
Además, Arrabal se siente un privilegiado. Vestido totalmente de negro, salvo unas letras verdes fosforescentes en la camiseta que predicaban Philosophes, debout, aseguró que el que más se había beneficiado del teatro español había sido él. "Franco, cuando se murió, me dio el mejor regalo: liberar a mi obra, no me lo merezco". Y se refirió a la reciente donación de 1.200 cuadros ("algún Picasso y Dalí") que acaba de realizar a España para que lo disfruten "los jóvenes españoles". Preguntado cómo se siente con un Gobierno conservador dijo: "No me ha gustado mezclarme con subalternos. Soy intemporal".
Caos
Y sobre cómo evolucionará el teatro opinó que se desarrollará con más caos y más confusión, pero también con más amor. "Ahora vivimos otros momento, Lady Di y Titanic parece que lo invaden todo. Y en realidad nadie se preocupa por ellos".
En este sentido, la directora del curso, la escritora y directora del curso, Beatriz Hernánz, destacó que la preponderancia de los medios de comunicación audiovisuales ha provocado la "vanalización de la información". El espectador de televisión vive "en un mundo virtual, creado por la pantalla y ya no reacciona frente a las matanzas, hambrunas y demás desajustes de la humanidad que presencia", señala Hernánz, que añade: "El teatro, por contra, fomenta la reflexión, ayuda a profundizar en el análisis de la realidad social".
"En este final de siglo y de milenio, los cánones de belleza, realidad y ficción son poliedricos. De la galaxia de Guttemberg se ha pasado a la galaxia de Marconi. La relación que se establece ahora entre la realidad y la imagen es cada vez más conflictiva", apunta Hernánz.
Babelia
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