Europa del Este y EE UU emergen como mercados de los invernaderos almerienses

Las bendiciones concedidas recientemente por la Administración de EE UU a la entrada de pimientos corrobora de nuevo la vocación netamente exportadora de la hortofruticultura de Almería, la única provincia española que ha logrado salvar los restrictivos controles fitosanitarios norteamericanos. Es indudable que la agricultura intensiva está alcanzando tal grado de internacionalización en los mercados que sólo es superada por los cítricos valencianos y el aceite de oliva.

Las cosechas recogidas en los invernaderos almerienses llegan, al día de hoy, a las despensas de EE UU, Canadá, Rusia, República Checa, Polonia, Hungría y Noruega, que se han sumado a las ya conquistadas de la Comunidad Europea. Son mercados emergentes para los exportadores andaluces, que comienzan a tantear las posibilidades de economías distintas a las comunitarias, que absorben la mayoría de la producción dirigida al exterior. El 93% de las exportaciones hortofrutícolas de Almería durante 1997 se dirigieron hacia los países de la Comunidad Europea, que se tradujo en una facturación de 124.578 millones de pesetas. Los datos facilitados por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) correspondientes al pasado ejercicio recogen nuevas plusmarcas para el campo almeriense. Se exportaron 1.253.610 toneladas, valoradas en 131.514 millones de pesetas. Sin amenazar en absoluto el peso del comercio con la Comunidad Europea, los envíos hacia nuevos mercados comienzan a ganar peso en la balanza comercial de Almería. Algunos países del Este, como Polonia, Rusia o la República Checa, son ya tan buenos consumidores de hortalizas como las despensas nórdicas de la CE. Las toneladas exportadas en 1997 hacia cada uno de estos destinos oscilaron entre las 10.000 y 13.000. Cantidades minúsculas Canadá y EE UU, los dos puntos más alejados de la clientela internacional, absorben cantidades minúsculas, pero el sector hortícola intuye que se trata de una apuesta a medio o largo plazo. La tendencia queda patente en la evolución de las exportaciones de tomate a los dos países americanos desde 1994, cuando EE UU autorizó la entrada de tomate de Almería. De las anecdóticas 182 toneladas de aquel año se saltó en 1997 a 4.783 toneladas, que casi podrían duplicarse en este ejercicio. Los datos del ICEX correspondientes al primer trimestre elevan estas exportaciones a 7.312 toneladas. El delegado provincial de Agricultura y Pesca, Francisco Ruiz Orta, no duda en calificar el crecimiento de "espectacular". Una tendencia que se consolidará, en su opinión, conforme el mercado americano se abra a otros productos, como ha sucedido con el pimiento, cuyas primeras partidas, limitadas a 1,5 millones de kilos, saldrán hacia EE UU en la próxima campaña 1998-1999. El sector hortícola ya piensa en introducir un tercer cultivo -la berenjena-, que dispondrá de más facilidades en la Administración americana, una vez comprobada la inexistencia de enfermedades -mosca mediterránea, fundamentalmente- en los cultivos almerienses. Agencia comercial La Consejería de Agricultura, consciente del potencial americano, está dispuesta a cofinanciar una agencia comercial en Estados Unidos para "ayudar a cuidar la imagen". El sector, además, deberá salvar el escollo del transporte, una vez fracasada la primera intentona de establecer una línea regular comercial desde Almería hasta Norteamérica debido a "la inadecuada oferta aérea de la compañía", según el delegado provincial de Agricultura y Pesca. De momento, las 14 empresas inscritas en el censo de exportadores a EE UU envían mayoritariamente sus productos desde Madrid. La Administración quiere poner su grano de arena en el impulso a la industria hortofrutícola almeriense. La creciente demanda americana justifica, según el representante de la Junta de Andalucía, la apuesta por una ruta directa desde Almería para evitar "el trasiego de un aeropuerto a otro y que el producto llegue en las mejores condiciones".