Gil de Biedma, en el Multiusos
«Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde / -como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante. / Dejar huella quería / y marcharme entre aplausos / -envejecer, morir, era tan sólo / las dimensiones del teatro. / Pero ha pasado el tiempo / y la verdad desagradable asoma: / envejecer, morir, / es el único argumento de la obra«. «Gracias, Jaime», dijo ayer en el recital de poesías en la Feria de Libro de Madrid, Terenci Moix, después de leer el poema No volveré a ser joven, del libro Poemas póstumos (1968), de Jaime Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1991). El maravilloso poema da título al libro editado por Ana María Moix. Incluye una antología de Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y el mencionado Poemas póstumos (1968).Jaime Gil de Biedma estuvo ayer por partida doble en el Pabellón Multiusos: Josep Costa recitó el poema de José Agustín Goytisolo Bolero para Jaime Gil de Biedma, que se incluye en el libro Palabras para Julia y otros poemas, también publicado en la colección de Plaza & Janes, que dirige Ana María Moix.
El público reunido en el Multiusos era de lo más variopinto. Estaban los actores Pep Munné y Pepe Martín pero, sobre todo, había muchos jóvenes, casi adolescentes (lo que confirma lo que aseguran muchos editores de que la poesía interesa cada vez más a los de menor edad) parejas, matrimonios convencionales, adeptos al Parque del Retiro y señoras, auténticas señoras de muy amplio perímetro que se tragaron impávidas, aunque en algunos casos con cierta perplejidad, poemas del calibre de América, de Allen Ginsberg: «América de pequeño era comunista y no me arrepiento / fumo marihuana siempre que puedo. / Me quedo sentado en casa días enteros y miro las rosas del armario. / Cuando voy a China Town me emborracho y nunca consigo follar. / Está claro que tendremos poemas. / Tendrías que haberme visto leer a Marx. / Mi psicoanalista piensa que estoy perfectamente bien. / No quiero decir la plegaria del Señor».
«Pero, ¿esto no era un recital de poemas de Antonio Gala?». Y sin embargo, se quedaron, casi todas y todos, y aplaudieron. Algún joven lamentó que no se leyera algo de Jim Morrison, un autor al que nunca hay que olvidar: Jim Morrison: «Las polillas y los ateos son dos veces divinos / y moribundos / vivimos, morimos / y la muerte a nada pone fin / seguimos viaje hacia la / pesadilla», de Una plegaria americana.
Desde luego la colección de Ana María Moix no es nada inocente. Feria y poesía parecían un cóctel explosivo, pero resultó.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.