La Confederación del Guadalquivir estudia cómo autorizar a Boliden verter sin permiso definitivo

La rotura de la balsa de residuos tóxicos de Boliden ha dejado también un pantano legal en la Confederación. El proceso de solicitud de autorización definitiva de sus vertidos sigue en marcha. Pero 15 millones de metros cúbicos de lodos permanecen en la balsa y tienen que ser depurados, actividad que precisa de un permiso. Anular el provisional, significaría que las filtraciones de la balsa se producirían sin control.La Confederación Ecologista Pacifista de Andalucía (CEPA) pidió ayer que se deniegue el permiso definitivo de vertidos a Boliden. No es necesario. La Administración ya lo ha previsto, pero estudia la vía legal para hacerlo. Si anula el permiso provisional, se paralizaría también la actividad de depuración de los lodos que aún permanecen en la balsa. Si paraliza el proceso de concesión de la autorización definitiva, se iniciaría un trámite de comunicación y alegaciones más largo que si se mantiene el ritmo administrativo.

Una de las vías posibles para permitir los vertidos es culminar el trámite de autorización definitiva, pero denegar ésta y sustituirla por otro modelo de permiso, en estudio, que deje vía libre a la depuración de los lodos acumulados.

De cualquier forma, los vertidos de Boliden seguirán con permiso provisional, figura que convierte a la empresa en responsable de todo daño y que, según las cláusulas de los permisos emitidos durante 12 años, no implica el «reconocimiento por parte de la Administración de que las obras e instalaciones son suficientes».