El grupo Cruzcampo logra consensuar con los sindicatos su plan de viabilidad

La dirección del grupo cervecero Cruzcampo logró ayer en Madrid el visto bueno de los sindicatos para aplicar un plan de viabilidad que contempla la inversión de 21.000 millones de pesetas para los próximos dos años. Para lograr el consentimiento del comité de emprea, la compañía ratificó ayer el preacuerdo alcanzado el pasado martes -hoy será rubricado por ambas partes-, en el que se contempla la recolocación de los 20 empleados de las centrales distribuidoras ubicadas en Cádiz y Badajoz. Este requisito fue el que imposibilitó una salida al conflicto la semana pasada. En la reunión celebrada ayer, los sindicatos lograron el compromiso de la empresa y suspendieron la convocatoria de una huelga prevista para hoy. Además, Cruzcampo tendrá que pagar un precio por tener garantizada la paz social. Ha tenido que sacrificar sus proyectos de presentar 292 expedientes de regulación de empleo por un plan de prejubilaciones forzosas que afectarán a 217 trabajadores. Aquellos empleados con 56 años de edad serán prejubilados cobrando el 87% de su nómina. Asimismo, cada uno de ellos recibirá una gratificación de un millón de pesetas en el momento de hacer efectiva la prejubilación. La dirección también ha tenido que renunciar a su intención de cerrar la planta de maltería, ubicada en Sevilla, y los departamentos de portería y cafetería. El acuerdo alcanzado con la dirección fue calificado como "bueno" por los representantes de UGT y Comisiones Obreras y tiene una vigencia de dos años. El compromiso de los sindicatos caducará el 31 de diciembre de 1999. A partir de esa fecha, los sindicatos volverían a presentar batalla en el supuesto de que la empresa pretendiera rebajar la plantilla a 1.800 empleados, según las aspiraciones expresadas hace tres semanas por el presidente de la compañía, Allen Peteers. Por otro lado, los sindicatos abrirán nuevas vías de negociación en las próximas semanas para abordar la situación laboral de unos 150 empleados con carácter fijo discontinuo. Se pretende que un número indeterminado de éstos pasen a tener un contrato indefinido con la firma cervecera.