Asesinado a tiros un defensor de los Derechos Humanos en Colombia
"No mataron a un hombre; mataron la dignidad de Antioquia". Esta frase, dicha en medio del dolor y repetida por los medios de comunicación, refleja la conmoción por el asesinato, el pasado viernes, de Jesús María Valle, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Antioquia. El crimen ocurrió en pleno centro de Medellín, donde el jurista y profesor universitario, de 55 años, tenía su oficina.
Hasta la Universidad llegaron dos hombres y una mujer elegantemente vestidos y después de amordazar a las dos secretarias que se encontraban en la antesala del despacho, entraron al lugar donde estaba Valle y le dispararon tres tiros en la cabeza. Usaron silenciador, porque nadie en el edificio escuchó los disparos. Al conocerse el hecho, miles de personas acudieron al despacho del máximo defensor de los derechos humanos en la provincia de Antioquia, una de las más afectadas por la violencia, cada vez más demencial, que azota este país. Su antecesor, Héctor Abad, también fue asesinado en 1987. "Lo mataron por decir la verdad", afirmó uno de los hermanos de la víctima. Y muchos no dudaron en señalar a los paramilitares como autores del hecho. Jesús María Valle era conocido por su valor para denunciar relaciones entre miembros del Ejército y paramilitares y no le temblaba la voz para hablar de los atropellos que éstos cometían. Fue también uno de los más duros críticos del gobernador saliente Alvaro Uribe Vélez, acusado de alentar los grupos de justicia privada. El año pasado denunció en todos los tonos posibles las atrocidades cometidas por las autodefensas de Córdoba y Urabá, encabezadas por Carlos Castaño, contra campesinos del municipio de Ituango del cual era oriundo. Esta pequeña población quedó completamente desolada después de que los hombres de Castaño llegaron, mataron a 15 que tenían en su "lista negra", quemaron casas y amenazaron si no se cumplía el plazo fijado por ellos para abandonar el caserío. Valle denunció entonces que la intención de Castaño era controlar el Nudo de Paramillo, una zona estratégica en la lucha que libran guerrilla y paramilitares. Jesús María Valle viene a engrosar la larga lista de defensores de derechos humanos asesinados en Colombia. Aunque son muchas las promesas oficiales que se han hecho tendentes a garantizar la vida de estos defensores de la vida, el exterminio continúa. "En Colombia hay una extraña paradoja para los que defienden la vida porque se arriesgan a morir en manos de los violentos", dijo Jorge Molano, portavoz de la corporación jurídica Libertad.
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