Romay confirma el 'medicamentazo' y defiende su eficacia

Tras dos semanas de silencio en medio de la tormenta sobre el medicamentazo, el ministro de Sanidad, José Manuel Romay, por fin habló ayer. Y lo hizo, en el debate sobre los presupuestos, para confirmar que su departamento prevé la exclusión de la financiación pública de un número aún no determinado de medicinas consideradas de baja eficacia terapéutica. La lista, no obstante, aún no está hecha, dijo el ministro. Como tampoco se ha calculado el ahorro que pueda comportar, ya que Romay presentó esta medida "arropada" por una política más amplia de contención en farmacia que incluye también el uso de medicamentos genéricos -sin marca comercial- y el establecimiento de precios de referencia. De esta forma, la exclusión "podría resultar mucho más efectiva que la de 1993", según Romay.

El ministro aclaró que en la lista figurarán medicamentos o asociaciones de ellos "cuya no prescripción venía siendo recomendada por los órganos técnicos del Insalud y por los servicios sanitarios de las comunidades autónomas". Subrayó que no se propone la retirada de "ninguna especialidad de utilidad demostrada y que sea imprescindible para la salud del ciudadano".

La ex ministra socialista Angeles Amador insistió al ministro en que la primera lista negativa de fármacos se hizo con el objetivo de promover el uso racional de medicamentos, y reconoció que cuando se adoptó "no estaban tan claras" sus repercusiones económicas. "No es tan fácil evaluar cómo va a evolucionar la prescripción o qué hubiera pasado en el caso de que no la hubiéramos implantado", dijo.