Los líos del templete de Bramante

La presencia ayer en Roma de la ministra española de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, obedecía a dos motivos. De un lado, la inaguración por todo lo alto de la exposición Hispania Romana y, de otro , reforzar la españolidad del denominado Tempietto de Bramante, una de las más bellas muestras del arte renacentista en Roma, construida por Bramante en el siglo XV por encargo de los Reyes Católicos, y situado a la entrada de la deslumbrante Academia Española, junto a la iglesia de San Pietro in Montorio.La exposición Hispania Romana. De Tierra de Conquista a Provincia del Imperio, ubicada en el Palacio de Exposiciones de Roma, viene a subrayar lo que la propia ministra Esperanza Aguirre calificó de excelentes relaciones entre ambos países, tras la cumbre bilateral celebrada hace un par de semanas en Bolonia. Pero la presencia de Aguirre al pie del Tempietto, que en estos momentos se encuentra en vías de rehabilitación, venía a mostrar la determinación española de defender la propiedad nacional de un monumento amenazado por las reivindicaciones de los monjes franciscanos de San Pietro in Montorio, que lo consideran suyo "de facto".Discordia

Viejos errores de dejación diplomática han convertido este bello monumento en una pequeña "manzana de la discordia" entre el Gobierno español y los monjes de San Pietro in Montorio, que no parecen dispuestos a aceptar el veredicto de la historia.

El Tempietto de Bramante se ha convertido con el tiempo en uno de los lugares predilectos para las parejas italianas que se deciden a pasar por la vicaría y los monjes, según la diplomacia española, tienen en el monumento una fuente de ingresos muy saneada.

De momento, los respectivos Gobiernos de Roma y Madrid, que comparten los gastos de rehabilitación del Tempietto de Bramante, han dejado entre paréntesis un litigio cuya solución se ha complicado con el tiempo.