Cabrera Infante completa su trilogía cinematográfica con 'Cine o sardina'

Guillermo Cabrera Infante, el novelista que fue crítico de cine con el seudónimo de G. Caín, dijo ayer en la tertulia de la librería Crisol: "Tengo una teoría sobre la crítica de cine: no hay más que tres respuestas posibles a una película, y las puede dar cualquier espectador: me gusta, no me gusta, me es indiferente. El resto es literatura". Lo dijo entre un periodista, Ángel Sánchez Harguindey, y un cineasta que también fue crítico de cine, Fernando Trueba, el director de Two much. Guillermo Cabrera Infante presentaba ante el público la tercera parte de una trilogía que reúne toda su obra sobre el cine y que comprende ya un Oficio del siglo XX, Arcadia todas las noches y el libro que presentaba ayer mismo, titulado Cine o sardina, porque ésa era la disyuntiva que todas las noches le proponía su madre en Cuba: "¿Quieres cenar o quieres ir al cine?".Cabrera Infante fue al cine cuando tenía 29 días y vio Los cuatro jinetes del apocalipsis: "Espero que no se me haya quedado nada de Valentino". A los dos años rugía ya ante la pantalla corno el león de la Metro y cuando tenía siete años vio la película que más impacto le causó durante mucho tiempo, Cara cortada. Lo tenía fácil: el proyeccionista era su tío.

Fue duro con la crítica. Salvó a Trueba, que, según Cabrera, ha hecho un Diccionarío del cine "tan arbitrario como justo", y a José Luis Guarner, a quien está dedicado el libro, "y que no sólo era un excelente crítico, sino también un magnífico escritor", pero con el crítico de cine en general fue tan exigente que sugirió un paralelismo con la portada de Cine o sardina; en ella se ve a Indiana Jones, el personaje de Harrison Ford, perseguido por una bola inmensa: "Indiana Jones", dijo Cabrera Infante, "es el crítico, perseguido por la gran producción de hermosas películas".

Amor a Hollywood

Harguindey definió así la actitud de Cabrera Infante ante el cine: "Disfruta con lo que le conmueve al margen de anatemas dogmáticos; acepta la realidad y eso le permite ver las películas sin apriorismos; valora la capacidad de sorpresa. Quien ama Hollywood ama a sus estrellas, y en este libro se advierte, como en todos los de Cabrera Infante, el gran amor que tiene sobre todo a las mujeres en general y a la suya en particular". Miriam Gómez, que es la esposa de Cabrera Infante, y que también fue actriz, sonreía en primera fila.

Trueba también definió a Cabrera Infante por su entusiasmo y por su amor al cine: "El libro está lleno de ese concepto del cine como placer. Eso es lo que le mueve, y también le conmueve su sentido de la amistad; sus textos sobre Guarner y sobre Néstor Almendros son claves para entender esa manera de la amistad que domina su modo de ver a los demás. Cine o sardina es un gran libro que muestra una gran fidelidad al cine y ahora ya está en la estantería que le tengo reservada a todos los libros de Guillermo Cabrera Infante".