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Holbrooke desbloquea la crisis bosnia y advierte que Karadzic deberá ser juzgado en La Haya

El enviado especial del presidente norteamericano, Bill Clinton, a la antigua Yugoslavia, Richard Holbrooke, artífice de los acuerdos de Dayton en 1995, logró en la madrugada del jueves resolver el espinoso conflicto de los embajadores bosnios, que ponía en peligro la esencia misma de esos acuerdos, y reiteró que la persecución de los criminales de guerra no es negociable. "Es inaceptable la propuesta de [Radovan] Karadzic de ser juzgado en Serbia bajo la supervisión de La Haya" dijo. "No podemos aceptar proposiciones de este tipo (...) Debe entregarse él mismo".

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La crisis de los embajadores ha terminado. Según el compromiso logrado en Sarajevo por Richard Holbrooke con los representantes de la presidencia tripartita bosnia -el musulmán Alia Izetbegovic, el croata Kresimir Zubak y el serbio Momcilo Krajisnik-, el nombramiento de los representantes en el exterior de Bosnia-Herzegovina respetará los criterios multiétnicos, los mismos que se quieren resucitar tras cuatro años de cruenta guerra. Las legaciones de Washington y Moscú serán, bajo ese acuerdo, para un serbio; la de Tokio, para un croata, y la ONU, para un musulmán. En el resto de las 33 embajadas seguirán criterios similares.Días antes, ante el empecinamiento de Izetbegovic por mantener a sus diplomáticos (musulmanes) nombrados durante la guerra, el alto representante internacional para Bosnia-Herzegovina, el español Carlos Westerndorp, solicitó la aplicación de sanciones, entre ellas la congelación de las relaciones diplomáticas con esos embajadores nombrados sin el acuerdo de croatas y serbios. Holbrooke demuestra, según los observadores, que la presencia de EE UU sigue siendo esencial para resolver definitivamente este conflicto balcánico. Es un dato que deberán tener en cuenta la Casa Blanca y los propios congresistas norteamericanos a la hora de decidir la continuidad o no en la zona de sus 8.500 soldados.

Una sola Bosnia

Otro logro, menos espectacular pero de gran trascendencia, es el compromiso de todos para la creación de una comisión militar conjunta -para intercambio de información y posible embrión de unas Fuerzas Armadas conjuntas- y un único código telefónico para toda Bosnia-Herzegovina.Esto último, que puede parecer baladí, es un síntoma claro de cuáles son las intenciones de la comunidad internacional. "Estos acuerdos demuestran la plena determinación de Occidente en la aplicación de los acuerdos [de Dayton]", dijo el enviado nortamericano. No se acepta la división del país ni su incorporación futura a Serbia o Croacia.

Poco después, Holbrooke viajó a Banja Luka, la principal ciudad bosnia en manos serbias. Allí se reunió con la presidenta de la República Srpska (RS) -la entidad serbia dentro de Bosnia-Herzegovina-, Bjljana Plavsic. Esta entrevista es de enorme trascendencia, pues supone un apoyo inequívoco de EE UU a las tesis de Plavsic, enfrentada desde junio a su antiguo jefe, Radovan Karadzic y sus seguidores, entre los que. destaca precisamente Monicilo Krajisnik.

El emisario norteamericano arrancó a Krajisnik una promesa tras la reunión de Sarajevo. "Le dije a Holbrooke que no insistiré más en la destitución de Plavsic, cualquiera que sea la decisión del Tribunal Constitucional [serbio], porque no es nada inhabitual que un Estado funcione aunque su presidente sea de un partido y los representantes [diputados] de otro", reconoció el serbio.

Ese tribunal deberá, decidir el día 12 sobre la legalidad de la disolución del Parlamento de la RS y la convocatoria anticipada de elecciones, efectuada por la presidenta, quien desea renovar el actual legislativo de la RS, férreamente controlado por los acólitos de Karadzic.

La oposición, que tiene bastante peso en Banja Luka, apoya a Plavsik en esta batalla, pues "ella concibe que la República Srpska sólo puede sobrevivir como un Estado moderno que coopera con la comunidad Internacional y no está en permanente conflicto con ésta", dijo uno de sus miembros.

Para Estados Unidos y la Unión Europea, Karadzic sigue siendo un factor de desestabilización. Aunque fue forzado a dejar la presidencia hace un año -según lo acordado en Dayton no podían tener cargos públicos los perseguidos por el Tribunal de La Haya-, mantiene las riendas del poder. Y las económicas. Esto le enfrentó a Plavsic, antigua devota de las tesis ultranacionalistas y de la guerra, que le acusó de enriquecerse con el mercado negro.

"Estamos en ello"

El futuro de Karadzic fue uno de los puntos claves que discutieron Holbrooke y el presiden te de Serbia, Slobodan Milosevic, durante las tres horas y media de reunión que mantuvieron ayer noche en Belgrado. "Las entrevistas con Milosevic siempre son intensas y aún estamos en ello" por lo que continuaremos mañana declaró el mediador norteamericano quien no quiso desvelar el contenido concreto de la entrevista. EE UU rechaza cualquier tipo de pacto con el presunto genocida serbobosnio. Su único futuro es el banquillo de los acusados en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, que le considera responsable de los crímenes de guerra en Bosnia Herzegovina.Milosevic, considerado el arquitecto de la guerra, reclama también el crédito por la paz, pues él forzó a los serbobosnios a aceptar los acuerdos de Dayton. Holbrooke no tenía previsto enarbolar la amenaza de las sanciones, pero si acudió a la cita con el líder serbio con varios ases en la manga.

"Holbrooke ha traído una cesta repleta de zanahorias y palos", dijo uno de los miembros de la delegación norteamericana. Las zanahorias pueden estar relacionadas con su tránsito de la presidencia serbia a la de la Federación Yugoslava. Los palos tienen apellido económico. La actitud política de Serbia determinará la cuantía y ritmo de las ayudas.

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