El secreto rodea la llegada a Bilbao de las primeras obras del Guggenheim
El Museo Guggenheim de Bilbao ya alberga un centenar de obras procedentes de la colección neoyorquina. El valioso cargamento llegó a bordo de un avión carguero Antonov el pasado lunes bajo fortísimas medidas de seguridad. Los responsables del museo se negaron a precisar ayer qué obras contenían los enormes embalajes. "El volumen de obras que se tiene que trasladar en un periodo de tiempo muy corto es tal que tenemos que extremar las medidas de seguridad al máximo", explicó ayer una portavoz del museo. "Es una operación delicada y vulnerable y, por tanto, confidencial", insistió.
Aún prosiguen las obras de construcción del vistoso edificio, diseñado por Frank Gehry, situado, en la ribera de la ría del Nervión. "El interior está terminado", dijo el portavoz, y aseguró que el resto quedará listo para "los primeros días de septiembre". El inicio de las visitas privadas está previsto para el próximo 3 de octubre. La apertura al público, sin embargo, será dos semanas después, el día 18.
Medidas de seguridad
La llegada de las obras estuvo rodeada de un evidente secretismo. La portavoz del Guggenheim de Bilbao tampoco quiso precisar para cuándo está previsto el envío de más obras. "Se lleva todo con mucha discreción", aseguraron fuentes del museo que recordaron que, hasta la víspera, no conocieron la llegada de las obras al aeropuerto vizcaíno de Sondika.Los museos Guggenheim y el arte de este siglo es el título de la muestra que significará el bautismo del centro. La integrarán alrededor de 300 obras, explicaron fuentes del museo. Estarán las que componen la recién nacida colección vasca y "lo mejorcito" de la fundación Salomon R. Guggenheim en Nueva York y de la sede veneciana del museo.
Entre los elegidos para representar la vanguardia artística internacional de este siglo habrá clásicos como Henri Matisse, Vassily Kandinsky y Pablo Picasso. La muestra también dedicará su atención a la fotografía y a las nuevas tecnologías durante ese periodo. Será, en definitiva, un recorrido por las diversas tendencias artísticas de este siglo.
Las instituciones del País Vasco han comprado obras por valor de 1.700 millones de pesetas destinadas a la nueva joya museística vasca. El estadounidense Richard Serra instaló su escultura Snake (serpiente) el pasado 30 de mayo. Esta es una de las obras realizadas expresamente por encargo de la pinacoteca bilbaína.
Varios técnicos de la Fundación Guggenheim y algunas patrullas policiales acompañaron los camiones con las obras -cubiertas por aparatosos embalajes- hasta Bilbao. La dirección del museo se negó a precisar cuántos eran. Una vez descargadas del Antonov fueron introducidas en camiones pesados bajo la atenta vigilancia de miembros de la Policía Autónoma vasca y de la Guardia Civil.
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