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Muere en Valencia Ricardo Muñoz Suay

Era director de la Filmoteca valenciana

Miquel Alberola

El productor cinematográfico y director de la Filmoteca de la Generalitat valenciana Ricardo Muñoz Suay falleció ayer en Valencia a la edad de 80 años a causa de una hemorragia cerebral. Protagonista de una biografía apasionante, fue director de producción de Bienvenido Mr. Marshall, dirigida por Luis García Berlanga en 1952, y de Viridiana, el filme que realizó Luis Buñuel en 1961. El cineasta será incinerado en su ciudad mañana a mediodía.

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Pasaban unos minutos de la medianoche del viernes y se encontraba en la cama cuando empezó a padecer unas convulsiones que fulminaron su salud potente y su afilado y temido sentido del humor. A pesar de su edad, había dirigido hasta el día antes la Filmoteca de la Generalitat valenciana, en la que, al margen del éxito de la programación, ha realizado una colosal labor rescatando cintas de la propiedad privada y del olvido. Hijo del radiólogo republicano Muñoz Carbonero, Ricardo Muñoz Suay nació en Valencia en 1917, lo que fue un dato brillante en su expediente durante los años de apostolado comunista. Imbuido del entusiasmo de los años de la II República, en 1932 conoció al cineasta Juan Piqueras en el Ateneo Científico de Valencia, lo que supuso su vinculación irreversible a la cinematografía. De la mano de Piqueras ingresó en la peña del café Lyon d'Or, donde formó piña con los hermanos Vicente y Alejandro Gaos, Arturo y Tonico Ballester, Josep Renau y Rafael Pérez Contel, uno de los grupos más efervescentes del momento.Sus extraordinarias dotes para la política le llevaron al comité nacional de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos, organización de la que sería elegido secretario general en 1937, y al comité nacional de las Juventudes Socialistas Unificadas, desde donde ejerció de activista durante la contienda civil. Perdida la guerra por el bando republicano, Muñoz Suay fue trasladado al campo de concentración de Albatera (Alicante), del que huyó con documentación falsa y una boina que le había cambiado a un campesino por un peine. Durante cinco años vivió escondido como un topo en un doble fondo que le construyó el arquitecto Lorenzo Castillo en la despensa de casa de sus padres en Valencia, hasta que en 1945 el Partido Comunista de España (PCE), en el que había ingresado en 1932, le destinó a Madrid para organizar a los estudiantes. En esos días trabajó en la distribuidora cinematográfica Edici, una tapadera de su actividad política mientras hacía doble vida como responsable del Comité de Intelectuales, hasta que fue detenido y encarcelado durante tres años y medio. Muñoz Suay aprovechó este paréntesis para estudiar cine. En 1949 inicia su carrera cinematográfica como ayudante de dirección, guionista y productor ejecutivo con directores como Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem, y se inicia en la crítica cinematográfica en la revista Índice.

En los años sesenta se trasladó a Barcelona donde ensanchó su actividad política y editorial, y acuñó el movimiento cinematográfico de la ciudad como Escuela de Barcelona. Tras 30 años de militancia abandonó el PCE y en los años ochenta fue rescatado por Ciprià Ciscar, entonces consejero de Educación y Cultura de la Generalitat valenciana, como asesor suyo. En 1987 fue coordinador general del Congreso Internacional de Intelectuales y Artistas y luego fue nombrado director gerente del Instituto Valenciano de Artes Escénicas, Cinematografia y Música. Con posterioridad !e ocupó de la Filmoteca, cargo que le respetó el PP tras ganar las elecciones. Su longevidad profesional inquietó en diversos sectores que aspiraban a sucederle, lo que le convirtió en blanco de no pocas iras del mundillo cultural valenciano. Ayer el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, expresó su deseo de que el Instituto Valenciano de Cinematografía, de próxima creación, lleve el nombre de Muñoz Suay.

El pasado 28 de julio, la directora general de Promoción Cultural de la Generalitat valenciana Consuelo Ciscar le ofreció una fiesta para celebrar su 80 aniversario con un mes de antelación mientras ambos preparaban un viaje a México para entrevistarse con Octavio Paz y Gabriel García Márquez. Los restos mortales del cineasta serán incinerados en el crematorio del Cementerio General de Valencia mañana.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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