El Parlamento Europeo aprueba patentar genes humanos con aplicación médica

Nueve años ha tardado la Comisión Europea en convencer al Parlamento de que apruebe un proyecto de directiva que permita la patente de productos a partir de seres vivos. Un nuevo borrador, con mayor definición de la protección del cuerpo humano y veto a la clonación de embriones, consiguió ayer el apoyo de 388 europarlamentarios, frente a 110 en contra y 15 abstenciones. Además de los productos obtenidos por biótecnología de animales y plantas, los genes humanos o secuencias genéticas serán objeto de patente siempre que tengan una aplicación terapéutica.

Entre la oposición de los Verdes europeos y la euforia de las compañías, farmacéuticas, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a una legislación que ya se aplica desde hace años en EE UU y Japón. En estos dos países se han producido las tres cuartas partes de las 1.175 patentes registradas hasta 1996 en el mundo sobre secuencias genéticas humanas. Y si las cuestiones éticas fueron un freno importante para los europarlamentarios, ha pesado finalmente la delantera tomada por estadounidenses y japoneses en la, carrera biotecnológica.Los medicamentos obtenidos a partir de técnicas biotecnológicas representarán a final de siglo un mercado de unos 3,8 billones de pesetas.

La directiva ha incorporado, todas las enmiendas que trataban de añadir garantías jurídicas a esta actividad. El texto es, bastante drástico en cuanto a los límites de conocimientos sobre el cuerpo humano patentables. El borrador aprobado recalca que los descubrimientos de elementos que ya existen en la naturaleza nunca pueden ser patentados, pero permite el registro de la propiedad de material biológico utilizado para solventar problemas médicos y agrícolas.

Fiebre del oro

Se permite pues la patente de un gen o una secuencia genética que vaya acompañada de una aplicación terapéutica con su procedimiento médico; o un proceso industrial como, por ejemplo, la creación de plantas resistentes a plagas. Esto descarta a su vez prácticas como las iniciadas y rechazadas en EE UU, en lo que se llamó la fiebre del oro genética, que pretendieron registrar miles de genes humanos de los que no se conocía su función.La nueva norma excluye de la patentabilidad las invenciones cuya explotación sea contraria al orden público o a las buenas costumbres, un concepto complejo de detallar. Excluye por principio la clonación reproductiva de seres humanos; los procedimientos de modificación de la identidad genética germinal del ser humano y también de los animales, sí a éstos se les causa un perjuicio carente de utilidad médica; y los métodos en que se utilicen embriones humanos. El proyecto de directiva prevé que un comité de ética controle una por una todas las solicitudes de patentes para asegurar su legalidad.

Los ecologistas y los parlamentarios Verdes europeos han mantendido una dura batalla contra esta propuesta de directiva, que aún debe ser aprobada por la Comisión y el Consejo de Ministros Europeos. Uno de sus argumentos ha sido que al autorizar la patentabilidad sobre la vida se dará una "posición de monopolio a la industria de la biotecnologia y se restringe severamente la libertad de investigación y la competencia".

La Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental, compuesta por 170 organizaciones españolas consideraron ayer que "las instituciones europeas obedecen más a la defensa de los intereses económicos de la industria que a las necesidades y opiniones de la sociedad". Denunciaron que en el Parlamento "han pesado más las presiones de la industria y las compañías multinacionales, las grandes beneficiarias de las patentes sobre la vida".

La Federación Europea de Asociaciones de Industrias Farmacéuticas afirmó que la protección para las inversiones que ofrecen las patentes ayudará a las compañías europeas a alcanzar a sus competidores.