Se reedita 'Los Baroja', memorias familiares de Julio Caro
Los Baroja, las memorias familiares de Julio Caro Baroja, son eso: unas memorias familiares, pero son también la crónica de dos males de la patria (dicho a la manera de Lucas Mallada, amigo de la familia), decisivas para Julio Caro: el fanatismo y la incultura.Y para festejar una nueva edición de este libro capital, 25 años después de la primera edición en Taurus, y que acaba de reeditar Caro Raggio, ayer se reunieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid amigos y admiradores de los diferentes miembros de la familia Baroja: de Julio Caro, pero también de su tío, Pío Baroja, y, además, de doña Carmen, la madre de Julio Caro, que es en realidad, en opinión de Víctor Márquez Reviriego, uno de los integrantes de la mesa redonda, la verdadera heroína de este libro, que es, a la vez, en palabras de Márquez, "triste y alegre, pues cuenta la historia española de este siglo, pero la cuenta con un humor cervantina, barojiano e inglés".
Presididos por Pío Caro Baroja, "el chico" del que habla Julio Caro en Los Baroja, los integrantes de la mesa desgranaron sus recuerdos y sus impresiones. Miguel Molina Campuzano trazó -un cálido perfil de quien fue su amigo durante tantos años, don Julio, a quien acompañó al Sáhara (entonces) español en aquel viaje investigador tan trascendental para la época y así lo evocaba ayer.
Tópicos
Respecto a Los Baroja, destacó "su clarividencia y su objetividad", aunque prefirió, como amigo, subrayar el perfil de don Julio, de quien negó, uno a uno, tópicos que le acompañaron en vida: frialdad social, distanciamiento afectivo, etcétera. "Julio Caro disimulaba su ternura y no exteriorizaba por pudor su bondad" y prueba de ello son las páginas dedicadas a doña Carmen, su madre, en este libro.Y en dona Carmen centró Mercedes Formica su intervención, situándola en el marco de la familia, "una feminista moderada de la época", dijo, "una mujer modernísima para el tiempo que le tocó vivir y que influyó tanto en Julio Caro Baroja, quien la adoraba y siempre la tuvo presente, tal como se comprueba en estas memorias familiares".
Víctor Márquez Revirie intervino en su calidad de lector barojiano y, acaso, como fruto de la casualidad, dado que ayer hizo 25 años exactamente de que la revista Triunfo, de la que era redactor jefe, publicara unos capítulos de las memorias de Julio Caro, como adelanto de la edición de Taurus, y que Víctor Márquez seleccionó personalmente.
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