Bobbio se define en su autobiografia como un "desilusionado"
En parte historia de primera mano del último siglo en Italia y en parte relato incluso íntimo de una larga evolución moral e intelectual, de una compleja vida familiar y política, la Autobiografía que acaba de publicar Norberto Bobbio ha sido acogida con una cierta sorpresa . El filósofo fue siempre poco dado al tono personal y, según reconoce en el libro, no llevó nunca un diario hasta que, en 1984, recibió el nombramiento de senador vitalicio. Ha sorprendido menos que el autor, casi nonagenario, uno de los mayores intelectuales italianos de esta época, se defina como "un desilusionado crónico".Bobbio explica el motivo de esta obra: "La vejez es indisoluble del sentido del fin. Has llegado también tú a la cita con la muerte. Te das cuenta de que no tienes ya tanto tiempo para hacer balance de tu vida. Se debilita el interés por el futuro. Lo que esté por ocurrir ha dejado de pertenecerte. Sientes, en cambio, la necesidad de entender si tu vida ha tenido un sentido, y cuál".
El desprecio del fascismo resulta un rasgo definitorio del autobiografiado, que reproduce íntegra la carta que dirigió a Benito Mussolini el 8 de julio de 1935 para defenderse de quienes le denunciaban como antifascista. "Declaro en perfecta buena fe que la acusación referida ( ... ) me entristece profundamente y ofende íntimamente mi conciencia de fascista", se lee en la misiva, cuya existencia fue revelada en 1993 por la revista Panorama. "No me turbaron tanto las polémicas sobre mi persona, como la carta en sí y el hecho de haberla escrito".
Bobbio recuerda también el rechazo que experimentó frente al lenguaje y las maneras violentas de la revolución estudiantil de los años sesenta, agravado por el hecho de que su propio hijo, Luigi, fuera uno de los líderes estudiantiles en Turín, y su primera nuera, una ferviente maoísta, le invitaba a limpiar los retretes para que se reeducara como los profesores de la vieja burguesía en China.
Compromiso
"Cultura es equilibrio intelectual, reflexión crítica, sentido del discernimiento, aborrecimiento de toda simplificación, de cualquier maniqueísmo, de toda parcialida", sostiene el filósofo. La vida política e intelectual de Norberto Bobbio ha estado ligada al compromiso antifascista entre cultura liberal y democrática tradicional, cultura católica y cultural comunista que se concreta en la Constitución de 1948.Michelangelo Bovero, autor del prefacio, señala dos errores del protagonista: que haya creído que ese compromiso fuera a ser definitivo -Bobbio sostiene que el proyecto de reforma constitucional en marcha en Italia olvida que más importante "que una buena ley es la virtud de los ciudadanos"- y que haya considerado igualmente inmutable la condena del fascismo. La contraposición entre fascismo y antifascismo, dice Bovero, ha dejado de ser el eje de la cultura política italiana.
Babelia
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