El empresario español detenido en Miami afronta 20 años de cárcel por 14 delitos
La situación del empresario español detenido en Miami por violar el embargo norteamericano contra Cuba se ha complicado gravemente. Javier Ferreiro, de 46 años, compareció ayer ante un juez en el Tribunal Federal de Miami, donde escuchó la acusación formal del Gobierno de EE UU contra él: 14 cargos, ocho por el delito de traficar con el enemigo, cinco por lavado de dinero y uno por conspiración. Según el fiscal adjunto, Ferreiro puede ser condenado a 20 años de cárcel por cada delito de lavado de dinero y a 10 por cada uno de traficar con el enemigo.
La defensa aseguró que Ferreiro se puede convertir en un "chivo expiatorio" para atemorizar a los empresarios extranjeros que comercian con Cuba.El empresario gallego fue presentado ante la juez federal Johnson vestido de presidiario entre media docena de jóvenes negros acusados de tráfico de drogas, que comparecían a esa misma hora por otros juicios en el mismo tribunal. Cuando le tocó su turno, Ferreiro se puso de pie y escuchó los cargos en traducción simultánea a través de unos auriculares. Luego, en un susurro, dijo: "Inocente".
La juez denegó la posibilidad de libertad bajo fianza hasta que Ferreiro no ponga como garantía 500.000 dólares (72,5 millones de pesetas) en "bienes raíces libres de cargas y gravámenes" en Estados Unidos, algo que los abogados de la defensa calificaron de "casi imposible", ya que el empresario no dispone en territorio norteamericano de ninguna propiedad ni conoce a nadie que pueda dar la cara por él El juicio podría celebrarse dentro de tres meses y, según fuentes de la acusación, la Fiscalía podría pedir una sanción conjunta de 20 años de cárcel y un millón de dólares de multa.
La Fiscalía le acusa exactamente de exportar ilegalmente a Cuba entre marzo de 1994 y enero de 1996 21 contenedores de alimentos y otros productos norteamericanos comprados en Miami a diversas empresas de Estados Unidos y valorados en 463.000 dólares. Según Willi Fernández, el fiscal adjunto del caso, Ferreiro enviaba las mercancías a Cuba utilizando una compleja red que involucraba a diversas compañías navieras de Miami que falsificaban las cartas de embarque y ponían como destino final Curaçao y República Dominicana, cuando en realidad en estos países los contenedores eran reembarcados en buques de la compañía cubana Melfi o de la española Pérez y Compañía, que las enviaban a su verdadero destino: Cuba.
Fernández declaró que los cargos de lavado de dinero no se referían a ninguna operación relacionada con el narcotráfico, ni que el dinero fuese "ilegal", sino por la forma de enmascarar las compras con cuentas y empresas falsas. La Fiscalía afirma tener pruebas, como faxes y recibos, en los que Ferreiro solicitaba precios, precisiones sobre fechas de los embarques o se excusaba por los retrasos en los pagos.
"Javier Ferreiro no compró en EE UU, sino en terceros países, lo cual no constituye delito alguno", aseguró su abogado en España, Miguel Olives, quien llegó el jueves a Miami para coordinar la defensa con Nathan Diamond, el abogado norteamericano que lleva el caso. Tanto Olives como Diamond indicaron que se está "politizando" el caso, y que EE UU podría tratar de utilizarlo como "cabeza de turco" para atemorizar a los empresarios que tienen negocios en la isla o comercian con Cuba.
Preguntas del defensor
"¿Por qué no hay ningún detenido norteamericano, y sólo un español, si las empresas que supuestamente vendían productos para ser enviados a Cuba eran de Miami y serían ellas las principales violadoras del embargo?", se preguntó Olives. Sobre este asunto, Willi Fernández reconoció que, efectivamente, hasta el momento sólo estaba detenido Ferreiro. "Sólo se quiere actuar contra una persona que ha violado las leyes de Estados Unidos", afirmó.Diamond y Teresa Ferreiro, una de las tres hijas del empresario que vive en Miami, se quejaron al salir del tribunal de la actitud asumida por el Gobierno español, que, según dijeron, "no ha hecho nada hasta el momento para defender a un ciudadano español que es inocente". "Nos sentimos olvidados", afirmó Teresa.
Según empresarios que han tenido en el pasado negocios o trato con Ferreiro, éste había tenido problemas de deudas e impagos, y su prestigio como hombre de negocios dejaba que desear. Su abogado y su familia afirman lo contrario. Pero en lo que coinciden la mayoría de sus amigos y sus enemigos es en que, independientemente de su trayectoria personal, es injusto y muy cuestionable que pueda ir a la cárcel por llevar alimentos y mercancías a Cuba, en el caso de que se demuestre que sí violó el embargo.
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