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Imaginación para violar la ley de Washington

"Las violaciones del embargo son tan viejas como el propio embargo y llegan hasta donde alcanza la imaginación de los que quieren violarlo". La definición no es un juego de palabras ni tampoco una frase a voleo de alguien que desconoce el tema. Por el contrario, su autor es Keith Prager, asistente especial de investigaciones criminales del Servicio de Aduanas de EE UU, organismo dependiente del Departamento del Tesoro que se encarga de perseguir a aquellas personas que violan el embargo económico decretado por EE UU contra Cuba hace 35 años, y que ha elaborado el caso y conseguido las pruebas contra Javier Ferreiro. En una entrevista con EL PAÍS, Prager aseguró que las violaciones del embargo son habituales, y que cada año su oficina lleva a los tribunales dos o tres casos.Según él, hay tres niveles de violación del embargo. Los dos primeros son "los viajes" y los "envíos de dinero" a Cuba, delitos menores cometidos fundamentalmente por los propios cubano-americanos. El tercero, y más grave, es el tráfico y el comercio ilegal de productos de EE UU a Cuba. "En los últimos años este tipo de casos no está descendiendo sino aumentando", afirmó Prager. Según él, las causas pueden ser varias. Una, que algunos piensen que el final de Castro está cerca y que la economía de la isla se va a abrir y traten de tomar posiciones. Prager afirma que si una persona compra productos de EE UU en un tercer país y luego los lleva a Cuba "estrictamente hablando, no es un crimen". "Sin embargo", asegura, "en muchos casos sí lo es porque al buscar productos más baratos y competitivos, y al intentar eludir al intermediario, estas personas se acercan a EE UU, lo que les hace parte de una conspiración para violar la ley".

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Prager afirmó que el caso de Ferreiro es el de más envergadura que ha llevado hasta ahora su oficina, tanto por la cantidad de dinero como por lo bien organizado del mecanismo para exportar ilegalmente las mercancías a la isla. Preguntado si este caso iba a servir de "ejemplo" para otros, dada la importancia que le han dado las autoridades de EE UU, respondió: "es un ejemplo para aquellas personas que quieren venir a EE UU a violar el embargo, para que sepan que tienen que pagar un precio".

Fuentes del Servicio de Aduanas confirmaron que hasta ahora no hay ningún otro detenido en el caso, pero que la investigación seguía abierta y tenía "otros blancos". Para el abogado, Nathan Diamond, el caso de Ferreiro, sin embargo, parece tener tintes políticos, pues, dijo, todo apunta a que se quiere dar un escarmiento a un extranjero, pues no hay ningún norteamericano detenido. "Además", dijo, "no se acusa a mi defendido de exportar bombas, sino solamente alimentos".

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