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COMUNICACIÓN

Bruselas busca la armonización tecnológica

Xavier Vidal-Folch

El secretario de Estado para la Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, se remitió ayer a la directiva europea 95/47 al referirse al reglamento que desarrollará la Ley del Satélite, reglamento que regulará, entre otras cosas, los descodificadores.En octubre de 1995, la Comisión propuso, y el Parlamento y el Consejo dispusieron, una directiva que todos los Estados miembros deben aplicar para evitar que esa nueva tecnología desembocara en una dispersa jungla de legislaciones.

El texto armoniza las normas para la transmisión de señales de televisión, entre las que destacan tres:

Transmisión. Todos los servicios televisivos transmitidos por satélite (digitales y no analógicos) deberán utilizar un sis-tema de transmisión -formación de las señales de programa, adaptación a los medios- que haya sido reconocido por un organismo europeo de estandarización registrado. Esto ya se ha conseguido.

Nuevos receptores. Todos los nuevos aparatos receptores dispondrán de una conexión de interfaz abierto "que permita conectar con sencillez equipos periféricos, especialmente descodificadores adicionales y receptores digitales" de forma que todo comprador de una nueva televisión pueda apuntarse a una emisora codificada.

Descodificadores. Los equipos descodificadores deberán normalizarse adecuándose al llamado "algoritmo europeo de descodificación". Es una tecnología basada en combinacionesde cifras que sirve para controlar el acceso a emisiones.

El objetivo de esta última norma es facilitar el acceso a los televidentes, de manera que la Unión Europea no repita en la alta tecnología la malhadada experiencia de la dispersión de enchufes eléctricos, o de conexiones a la red telefónica, que limita en la práctica el mercado interior. En este caso, de la televisión de pago (sea la de cotización mensual, como Canal Plus, o pago por visión).

Pero la industria no ha encontrado aún un estándar común para lograr el acceso general y evitar la proliferación de descodificadores en los domicilios. Legalmente tiene ante sí dos opciones: o bien lograr un mecanismo de total compatibilidad (un interfaz común por el cual el poseedor de un descodificador pueda utilizarlo para visionar losproductos de distintas emisoras), o bien el sistema por el cual los concesionarios fabriquen en condiciones no discriminatorias.

Ante el horizonte de dispersión, especialmente en Alemania -donde coexistían dos proyectos tecnológicos dispares, uno nucleado en torno al grupo Kirch y el otro galvanizado por Berteslmann-, el comisario de Tecnologías de la Información, Martin Bangemann, reunió el pasado junio a las grandes cadenas en Versailles. "No quiero imponerles nada. Quizá en el futuro no habrá un solo sistema, podemos vivir con tres o cuatro modelos. Pero que sean compatibles, de manera que el consumidor pueda utilizar un sólo descodificador para diferentes emisiones", vino a decirles. Parece que les convenció. En Alemania, al menos, hay ya un acuerdo.

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