La investigacion biomédica

La financiación de la investigación biomédica ha sido, desde hace mucho, el objetivo de numerosas discusiones: ¿será posible encontrar formas innovadoras de conseguir financiación para la investigación básica? ¿Cómo conseguir mas recursos de las fuentes tradicionales? Es decir, de los presupuestos públicos. Hay que reconocer que los investigadores de todo el mundo están preocupados por la financiación de la investigación básica.La premisa detrás de las inversiones en investigación básica en biomedicina es que benefician a la salud, lo que en consecuencia ahorra dinero. Si asíes, ¿por que reducen los Gobiernos de la mayoría de los países sus inversiones. en investigación biomédica? Ocurre que para ver los beneficios de la investigación básica en biomedicina hay que esperar decenas de años. Así, aunque las compañías farmacéuticas se han convencido de que la biotecnología puede ayudarlas a identificar nuevos medicamentos conviene recordar, sin embargo, que la tecnología del ADN recombinante no fue desarrollada porque hubiese una industria biotecnológica que la demandase, sino que temía como principal finalidad encontrar genes y comprender su función biológica. La tecnología para manipular ADN se desarrolló fomentando la investigación básica y creativa, es decir: delegando en el científico la responsabilidad de determinar lo que considera una pregunta interesante. Es muy difícil predecir el futuro en la investigación biomédica. Sirva también de ejemplo el caso de las "vacas locas". Hace unos años, para la Unión Europea, la investigación sobre priones no era prioritaria y sin embargo ahora es un área. preferente que se encuentra en el origen de esta enfermedad.

Sólo es noticia la ciencia. Si se conoce la ciencia pueden anticiparse los desarrollos tecnológicos. Y lo que llamamos diariamente noticias, son sólo repeticiones de pasadas situaciones. En una sociedad tan previsible, tanto el sector público como el privado tienen miedo de invertir en investigación básica porque no se pueden anticipar sus resultados.

De lo anterior se deduce que es importante buscar formas innovadoras de financiar la investigación básica en biomedicina. ¿Podría la industria farmacéutica colaborar activamente con el sector público en la financiación de la investigación básica en nuestro país? Aunque los intereses de ambos sectores no tienen necesariamente que encontrarse enfrentados, la reciente polémica entre el Ministerio de Sanidad y una empresa farmacéutica sobre la fabricación y comercialización en España de un supuesto genérico de AZT (zidovulina) ha demostrado no sólo que tales enfrentamientos existen, sino que las decisiones en estos temas tienen múltiples implicaciones. Si no se protegen los nuevos fármacos con patentes que permitan a las empresas recuperar el dinero invertido en investigación, si la Administración fija el precio y el momento de la aparición de los nuevos medicamentos -con independencia de que estén ya comercializados en otro países europeos y el precio que allí tengan-, las empresas no invertirán capital en España en proyectos de investigación básica, y la aparición de nuevos medicamentos se retrasará. Sería muy deseable que, evitando polémicas y acusaciones, Administración y empresas debatiesen estos temas y propongan soluciones que sean útiles para impulsar tanto la investigación biomédica como la comercialización de nuevos medicamentos.