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Crítica:CINE: 'EMMA'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

De nuevo tras las huellas de Jane Austen

Por motivos difíciles de precisar, la tan olvidada como excelente novelista inglesa Jane Austen (1775-1817) se ha puesto de moda. Esto significa, por un lado, que vuelven a reeditarse sus novelas en algunos casos en nuevas y estupendas traducciones, pero también que la cuidadosa cinematografía británica, con una clara ayuda de la mucho más potente norteameriana, lleva a la pantalla sus obras más conocidas con desigual fortuna.Tras el éxito de Sentido y sensibilidad (1995), convertida por la actriz y guionista británica Emma Thompson y el chino taiwanés Ang Lee en una película muy cuidada, que funciona a la perfeción y gana premios en importantes festivales internacionales, y a la espera de otras nuevas adaptaciones, ahora acaba de estrenarse Emma. La novela fue escrita en el año 1816, en plena madurez creativa de Jane Austen, y es una de sus mejores y más conocidas obras. Sin embargo, su versión cinematográfica es un buen ejemplo de las dificultades que entraña cualquier trabajo de estas características.

Emma

Dirección y guión: Douglas McGrath. Fotografía: lan Wilson. Música: Rachel Portman. Reino Unido, 1996. Intérpretes: Gwyneth Paltrow, Toni Collette, Alan Cumming, Ewan McGregor, Jeremy Northan, Greta Scacchi, Juliet Stevenson, Polly Walker. Estreno en Madrid: Pompeya, Fuencarral, Carlos III, Aluche y Rosales (versión original subtitulada).

Como es habitual en las producciones británicas de época, tras las que se esconden amplios capitales norteamericanos, Emma tiene una perfecta y muy cuidada ambientación. Los lugares elegidos para rodar son casi los originales, y tanto el vestuario como la decoración dejan muy claro que son obra de unos cualificados especialistas. Sin embargo, los restantes elementos puestos en juego se sitúan a un nivel muy inferior.

Tan sólo con una desigual y muy corta experiencia como guionista a sus espaldas, el periodista Douglas MGrath no sólo se ha lanzado a la difícil tarea de reducir a un guión de poco menos de dos horas la larga e intensa novela de Jane Austen, sino que también ha debutado como di rector con ella, y ha obtenido unos desiguales resultados que hacen dudar de su capacidad para trabajar en ambos come tidos. Ha simplificado tanto los personajes, en especial el de Emma Woodhouse, pero también la mayoría de los que le rodean, que en más de uno roza la caricatura para caer en ella. Al tiempo que ha recurrido a farragosos diálogos y tenues vueltas hacia detrás para contar una historia que en el original es de una extremada simplicidad, pero en sus manos parece ser complicada. Esto, unido a que Douglas MGrath tiene una evidente inmadurez como director, hace que Emma se convierta en una historia con una relación casi casual con el original, narrada con falta de habilidad.

Al tiempo que también le confirma como poco dotado para la dirección de actores. Su falta de madurez en este terreno hace que Gwynet Paltrow, sobre cuyas espaldas recae buena parte del peso de la película, aparezca como una actriz. sin la fuerza demostrada en sus anteriores y no tan largos papeles. Mientras hace que la australiana Toni Collette caiga en la caricatura, así como que la siempre excelente actriz, Greta Scacci esté casi irreconocible.

Sin embargo, la fuerza de la novela original de Jane Austen y el sólido trabajo de los equipos de vestuario y decoración dan una evidente consistencia al conjunto de la película y consiguen que esta nueva adaptación de la escritora se sostenga; pero, en cualquier caso, la sensación que provoca su visión tiene muy poco que ver con la que crea la lectura de la novela original.

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