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García-Posada pone en limpio a García Lorca

Se presenta el primer volumen de las obras completas del poeta

Con la intención de establecer "el canon lorquiano", de ofrecerlo "limpio y universal" de "dar una imagen total y definitiva del gran poeta, al margen de implicaciones políticas y sentimentales", Miguel García-Posada ha preparado para el Círculo de Lectores las Obras completas de Federico García Lorca, cuyo primer tomo, dedicado a la poesía, se presentó ayer en la Residencia de Estudiantes, tan ligada a quien fue uno de sus miembros.

Para celebrar la aparición del primero de los cuatro volúmenes de que consta la edición (el II, dedicado al teatro, aparecerá antes de finales de año; el III, la prosa, en febrero; y el IV, primeros escritos, correspondencia y cosas varias, en abril de 1997) acudieron al acto de presentación, además de Hans Meinke, del Círculo de Lectores, y José García Velasco, director de la Residencia de Estudiantes, el poeta Luis Alberto de Cuenca, director de la Biblioteca Nacional, Francisco Umbral, escritor (y poeta ocasional, como demostró ayer), además del propio García-Posada.Para Hans Meinke, esta puesta en marcha de las Obras completas de Lorca -"un canon de la obra lorquiana accesible al lector no iniciado, pero que será de utilidad para el especialista"- supone para el Círculo de Lectores / Galaxia Gutenberg entrar "en esa fase de gracia ascendente hacia la plenitud editorial".

Para Luis Alberto de Cuenca, esta nueva edición de un clásico -"Lorca siempre fue, desde el principio, un clásico", el autor de "algunos de los versos más memorables de la literatura universal de este siglo"- culmina "todos los estudios lorquianos de Miguel García-Posada".

Esta mención previa a los méritos lorquianos de García-Posada sirvió para justificar su presencia en este acto y en estas obras completas, dado que a continuación Francisco Umbral se lanzó, en cascada de elogios y ditirambos, a encumbrar a Posada como crítico literario, de tal manera que cuando ya parecía que Umbral fuera a consumir el tiempo asignado sin hacer ninguna mención al otro García, mostró que sus facultades (literarias, al menos) no decaen y sorprendió, en la mañana del sábado de la Resi, con una "casida" en la que se advertía a Federico (o sea, Lorca) de que García-Posada "te va a poner en limpio..., te vestirá de ti sin los lunares..., te dejará perfecto..., alejará de ti a los torpes y a los lentos..., ay, Federico..., que te lean, al fin, de cuerpo entero, que Miguel te pone a salvo de los críticos" (fragmentos de la "casida" cogidos al oído como la lotería en los periódicos de provincias de entonces).

Propósitos

García-Posada prefirió, en su turno, no hablar de resultados sino de propósitos, y estos, entre otros, habían sido el de "hacer un Lorca limpio y universal", ofreciendo un corpus canónico y apostando por "una opción filológica conservadora". La primera edición de Romancero gitano, publicada en época del escritor, es diferente de la segunda, también editada en vida de Federico, y se han incluido algunas canciones.El responsable de la edición tuvo palabras de elogio y reconocimiento para los que le habían precedido en la preparación, en circunstancias distintas y más difíciles, de las obras completas: para Guillermo de Torre, que sacó ya en 1938 la edición de Losada, en Buenos Aires, "salvando así la obra de Lorca de los desastres de la guerra: ya fue demasiado el asesinato de Federico". También tuvo palabras para Arturo del Hoyo, responsable de la edición de Aguilar, que salió por primera vez en 1954, tras resolución de Consejo de Ministros y el "conforme" de Franco; una edición, la de Aguilar, que entre 1954 y 1986, y en 22 ediciones, que no hacían más que crecer y crecer, se convirtió no sólo en el buque insignia de la editorial, sino en un estimable banco de datos lorquiano. En la primera edición de Aguilar, de un solo tomo, se incluyeron una serie de poemas, que se fueron ampliando con el tiempo y llegaron a lograr que las Obras completas alcanzaran los tres tomos.

Luego, en los años setenta, acudiría a la obra de Lorca toda una generación de jóvenes especialistas que se zambulleron en el escritor andaluz con nuevas lecturas, lejos ya de implicaciones políticas y emocionales. En esta nueva generación estaba García-Posada, que culmina así sus desvelos lorquianos con estas obras completas (con Lorca nunca se sabe: él ha querido dar en este primer tomo la obra poética tal como la pensó su autor, sin poemas inacabados o juveniles, prelorquianos, que irán a ese cajón de sastre que es el cuarto volumen). Las Obras completas incluyen ocho poemas inéditos del escritor, que proceden de la fundación que lleva su nombre.

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