Allí estaba la Brent Spar

Las cuatro grandes plataformas de la empresa Shell en el yacimiento Brent en un principio utilizaban una quinta, la Brent Spar, para almacenar el crudo extraído. Cuando se construyeron oleoductos submarinos en el área, la Brent Spar quedó inservible y la empresa propietaria decidió, con todas las bendiciones oficiales británicas, hundirla en aguas profundas internacionales del Atlántico. Fue hace un año, y la campana ecologista para impedir este precedente tuvo tal eco que la plataforma, del tipo flotante, fue finalmente remolcada a la costa noruega, con aguas más profundas que la británica, donde todavía permanece.

Mientras la Shell baraja qué hacer con la Brent Spar, sus técnicos aseguran que ha sufrido daños estructurales y que puede romperse. Mientras tanto, las empresas productoras de petróleo intentan enfrentarse al problema, nunca antes planteado, de qué hacer con plataformas obsoletas y enormes, muchas fijas para siempre al fondo del mar. A partir de 1997 la industria se ha puesto de acuerdo en hacer sólo plataformas que sean totalmente desmontables. En una reunión reciente, el organismo competente aplazó un año la toma de decisiones.

El comité de científicos encargado por el Gobierno del Reino Unido de evaluar el problema de la Brent Spar piensa que el impacto de esta plataforma en el ambiente marino no sería superior al de un gran barco, pero se niega a que se consideren sus conclusiones como un apoyo a esta opción ya que "las dificultades y peligros que presenta el desmantelamiento en tierra no son mayores que las encontradas y superadas con éxito en otras instalaciones".