Ex miembros de la Contra secuestran a 51 agentes electorales en Nicaragua

Un grupo de hombres armados pertenecientes a la antigua Contra nicaragüense mantiene secuestrados desde el miércoles a 51 funcionarios electorales y a los cinco barqueros que los transportaban por el río Coco, al norte del país. Los rebeldes trasladaron a sus rehenes a territorio hondureño tras ser hostigados por el Ejército de Managua. Los funcionarios pertenecen al Consejo Supremo Electoral y fueron capturados cuando viajaban por áreas remotas del norte de Nicaragua para distribuir los documentos de inscripción de votantes.

La presidenta nicaragüense, Violeta Chamorro, anunció ayer que solicitará personalmente el apoyo de su homólogo de Honduras, Carlos Roberto Reina, para tratar de lograr la inmediata liberación de los rehenes y su repatriación. Chamorro descartó la posibilidad de que ese incidente, el segundo de esta naturaleza ocurrido. en las últimas semanas, atente contra el normal desarrollo de las elecciones presidenciales, que está previsto que se celebren el próximo 20 de octubre.El grupo rebelde, que está dirigido por el ex contra Luis Alberto Rivera, apodado El Licenciado, exige la retirada de las tropas del Ejército de esa zona del norte de Nicaragua y la formación de una comisión gubernamental para negociar la liberación de los secuestrados. El viceministro de Gobernación, Fran César, y representantes de la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación de la Organización de Estados Americanos (CIAVOEA) viajaron ayer a la zona fronteriza con Honduras para establecer contactos con los rebeldes.

Los mandos del Ejército mantienen un fuerte dispositivo militar en la zona y descartan la posibilidad de retirar tropas del sector. No obstante, anunciaron que se subordinarán a las decisiones del Ejecutivo. "No estamos dispuestos a retirarnos. de la zona hasta que el Gobierno decida si nuestra presencia pone en riesgo la vida de los secuestrados", dijo un portavoz del Ejército.

Desde el pasado mayo, el Ejército mantiene un amplio despliegue en las zonas montañosas del norte de Nicaragua, antiguo escenario de guerra entre los contras y los sandinistas en los años ochenta, para combatir a unas 69 bandas armadas que operan con unos 500 hombres. En los últimos seis meses, soldados y los grupos armados han mantenido 63 combates, con un saldo de 53 rebeldes muertos, 40 heridos y 218 capturados.