Se acabó el recreo
La ley Helms-Burton y el informe del Buró Político del partido comunista llegaron a Cuba justo en momentos de apertura económica y cierta tolerancia cultural. Tanto las reformas económicas como el dejar hacer en el ámbito cultural estaban bendecidos desde hace tiempo por el Gobierno, aunque para nadie era un secreto que no eran del agrado de los más ortodoxos.Por eso muchos intelectuales temieron en marzo que los acontecimientos políticos podrían producir un "efecto de marcha atrás" y ennegrecer el panorama cultural. Sin embargo, las consecuencias, del informe no han sido tan dramáticas, ni han provocado una cacería de brujas como pensaban algunos.
"Ha sido como cuando en una escuela la maestra sale al jardín, da una palmada y grita: 'Niños, adentro, que se acabó el recreo" comentaba un intelectual. "Ahora cada cual está sentadito en su silla, portándose bien, a la espera de que a la maestra se le pase el encabronamiento".
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