Major amenaza con bloquear la UE si no levanta el embargo a las 'vacas locas'
La crisis divide a la Comunidad en dos bloques enfrentados
Espoleado por los euroescépticos de su propio partido, el primer ministro británico, John Major, amenazó ayer a sus socios europeos con paralizar el progreso de la Conferencia Intergubernamental si la Comisión Europea no levanta la prohibición que pesa sobre las exportaciones de vacuno británico desde hace casi dos meses. Hasta que los restantes países de la UE no se sienten a debatir a fondo la crisis planteada por las vacas locas, "no podrán pedirnos que cooperemos normalmente en otros asuntos", dijo.
La amenaza que el primer ministro deslizó ayer en una declaración de urgencia en la Cámara de los Comunes provocó ovaciones en las filas tories, y una contundente respuesta del líder laborista Tony Blair. Bajo la presión de su rival político, Major abandonó un instante su ambigüedad para aclarar que la "no cooperación", significaría, por ejemplo, negarse a participar en debates que exigen el voto unánime de los miembros de la UE. "Si la prohibición sigue en pie en la reunión de Florencia el 21 de junio, nosotros nos ocuparemos de que sólo se hable en ella del vacuno británico", añadió gráficamente. Además, el primer ministro británico declaró que el Gobierno que preside iniciará, esta misma semana, su andanada legal contra la Comisión ante el Tribunal Europeo para lograr que se levanten las barreras a la carne de vacuno y sus derivados.Major empleó los argumentos habituales: que no existen pruebas científicas que justifiquen una prohibición, "ilegal" y "desproporcionada" como la que pesa sobre el vacuno del Reino Unido. Douglas Hogg, el ministro británico de Agricultura explicó, tras la intervención de Major, el estado actual de la crisis.
La Comisión Europea se limitó ayer a responder en un comunicado que "continuará trabajando hacia un progresivo levantamiento de la prohibición de exportar" productos derivados del vacuno británico "a la luz de las pruebas científicas y de las medidas de erradicación" pero que "el completo levantamiento de la prohibición de exportar depende de las medidas efectivas a adoptar para erradicar la Encefalopatía Espongiforme Bovina".
Pese a todo, el Gobierno británico tiene puestas sus esperanzas en la reunión extraordinaria que celebrará el Consejo de Ministros de la Comisión Europea los días 3 y 4 de Junio. Pese a la fuerte oposición de Alemania, España y varios otros socios europeos, ayer se mencionaba en Londres la posibilidad de que el Consejo decida unilateralmente aflojar la postura comunitaria permitiendo la exportación de derivados del vacuno procedentes del Reino Unido. En todo caso, y tal y como recordó el líder laborista Tony Blair es el Gobierno tory y no Bruselas, "el responsable de la desastrosa situación" que afecta ahora al mercado del vacuno. "Es difícil que los europeos confíen en las medidas del Gobierno británico cuando nuestro propio consumo de vacuno nacional" ha caído en picado, señaló Blair. Ayer mismo, la poderosa Asociación de Consumidores del Reino Unido pidió claridad y energía al Gobierno para erradicar una epidemia que lleva activa casi 10 años.
Dos bloques
La crisis ha dividido a los países de la UE en dos bloques completamente enfrentados y amenaza con convertirse en un conflicto político de consecuencias graves. El Reino Unido por un lado y Alemania por otro se han enrocado en sus posiciones iniciales, apoyados ambos por un número similar de países. La Comisión Europea, teórico árbitro, se encuentra claramente escorada en favor de la tesis británica.El comisario de Agricultura, Franz Fischler, confirmó ayer que se propone intentar levantar el embargo por decisión del consejo de ministros del 3 y 4 de junio. Fischler ha recibido las críticas de muchos países por su papel en la crisis.
La ministra española, Loyola de Palacio, calificó ayer de "irresponsabilidad política" que el comisario intente levantar el embargo a través del voto del consejo, en lugar de buscar un acuerdo por consenso que dé confianza al consumidor.
Junto al Reino Unido se han alineado los países nórdicos, Irlanda, Italia (presidente de turno de la UE y moralmente obligada a apoyar a la Comisión), Grecia (que alterna los noes y los síes) y Francia: el apoyo público de Chirac a Major en su reciente viaje a Londres ha obligado a su representante en el Comité Veterinario a votar "sí". En total, 8 países y 48 votos ponderados.
En el otro lado está Alemania, apoyada por el Benelux, Austria, España y Portugal, dos países que conocen bien los rigores de Bruselas en estos casos cuando afectan a socios menos potentes que el británico. En total 7 países y 39 votos ponderados, más que de sobras para conformar una minoría de bloqueo.
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