El futuro es electrónico

El objetivo principal de un congreso es fijar la fecha del próximo congreso". La frase la pronunció ayer, en la clausura del Congreso de Editores de Barcelona, Gonzalo Pontón, director de Grijalbo y uno de los porteros, según definición propia, del congreso. Pontón se apresuró a declarar que la frase no era suya, sino del filósofo José Ferrater Mora y añadió, conciliador, que confiaba en que el congreso de Barcelona hubiera servido para algo más.Para demostrar que en los cinco días que han estado reunidos, los editores han hecho algo más que fijar la fecha del próximo congreso (por cierto, será en el año 2000 en Buenos Aires), ayer se hizo público un comunicado final con 14 puntos. Se establece, entre otras cosas, la creación de la Fundación Día Mundial del Libro, se pide que se garantice la libertad del editor, se muestra la solidaridad con Rushdie y se expresa la preocupación. por el futuro del libro ante el auge del libro electrónico, algo que ha flotado en el ambiente del congreso.

"El congreso de Barcelona podría pasar a la historia", continuó Pontón, "como el congreso que supo definir la cultura de la edición".

Entre las conclusiones del congreso, las referidas al desarrollo tecnológico, uno de los asuntos que más preocupa al editor tradicional, establecen que "la edición multimedia es material para el editor tradicional" y que "se recomienda la definición de los derechos para el multimedia". La preocupación por la piratería, que cuenta con amplias posibilidades en este campo, queda reflejada en esta conclusión: "El libro electrónico puede ser uno de los grandes objetivos de la piratería y la edición ilegal. Se recomienda a las asociaciones y a los gobiernos que creen instituciones específicas para su protección".

Por lo demás, queda en el recuerdo de los congresistas la movida de la fiesta de Sant Jordi, con un baño de masas en La Rambla, una excursión a Montserrat y las fiestas con las que varios editores han agasajado a los congresistas.