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ECOLOGÍA

Plagas de insectos y procesionaria invaden amplias zonas de pinares

Las plagas de insectos perforadores y procesionaria del pino están alcanzando esta primavera un récord de invasión y destrucción de coníferas, a causa de la sequía de años pasados que ha dejado los árboles en un estado de debilidad general con bajas defensas orgánicas. Según Ramón Montoya, jefe del Servicio de Agentes Nocivos del Ministerio de Agricultura, todas las especies de pinos se están viendo afectadas este año en la mitad sur de la península y Baleares por las plagas de perforadores.Son unos pequeños insectos escolítidos -con la forma y tamaño de un perdigón alargado- que hacen galerías entre la corteza y la madera y, al cortar el paso de la savia, matan el árbol rápidamente, incluso en mes y medio. Los perforadores aprovechan los pinos debilitados, que apenas ofrecen resistencia a la invasión. Cuando un pino se siente fuerte, suelta resina y rechaza el ataque.

Murcia es la región más afectada. El consejero de Medio Ambiente de esta comunidad autónoma, Eduardo Sánchez-Almohalla, reconoció hace dos semanas que la plaga ha obligado a talar 170.000 árboles. La forma de cortar la plaga es colocar en puntos estratégicos cebos: trozos de troncos donde acuden los perforadores; una vez saturado el cebo, se incinera o trata con plaguicidas para acabar con ellos. Para complicar más la situación, los temporales de nieve y viento del invierno, al tronchar árboles, han facilitado la entrada de estos escolítidos en los pinares de montaña.

Las orugas, más arriba

La procesionaria, que se reparte por toda España, actúa de muy distinta forma. Elige para su ataque árboles perfectamente sanos. En su expansión también ha influido el clima seco y con altas temperaturas de la primera mitad de la década. "La plaga ha ascendido de cuotas, por lo que la gente podrá encontrarse con procesionaria este año en áreas en las que nunca había entrado", señala Montoya. "Por ejemplo, en Madrid, donde no pasaba de los 1.500 metros, ha llegado incluso a los 1.800".Aunque es muy raro que mate el árbol, la procesionaria lo defolia e impide crecer; la oruga es además un gran enemigo de los excursionistas, por las urticarias que produce.

Especialmente graves están resultando las plagas en los cada vez más escasos pinares de Mallorca y Menorca. La procesionaria del pino ha aparecido con más virulencia que otras temporadas y ha dejado su rastro de manera especial en las áreas de Llucmajor, en la bahía de Palma, y Felanitx, en Mallorca, así como en el centro de la isla de Menorca. "Los focos son superiores a otros años, pero se ciñen a lugares muy concretos, aunque muy afectados", explicó un portavoz de la Consejería de Agricultura de Baleares. El asunto ha llegado hasta el pleno del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, informa Andreu Manresa.

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