Industriales italianos compran aceite de oliva en España y disparan los precios

Varias empresas aceiteras italianas, con unas compras en los últimos días en las zonas productoras españolas de entre 10.000 y 13.000 toneladas, según medios del sector, han provocado una nueva y espectacular subida de los precios del aceite de oliva en origen. Frente a las previsiones de industriales y del propio sector productor que mantenían una tregua de precios durante los últimos dos meses y la esperanza de que no se rompiera en el futuro, el desembarco italiano ha dado un vuelco inesperado, pasando los precios en los últimos días de 550 a más de 600 pesetas por kilo en origen. Algunos medios hablan, incluso, de subida libre.

Las compras de aceite de oliva en España por parte de grupos italianos han sido una práctica habitual. Se trataba especialmente de compras de aceites de gran calidad producidos sólamente en determinadas zonas para mezclar con sus aceites.Sin embargo en esta ocasión, las empresas italianas no han acometido compras de aceites especiales, sino todo tipo de aceites y no sólamente con el objetivo de encabezar sus producciones. Esta situación ha planteado una vez más la falta de fiabilidad de los datos italianos que hablaban este año de una cosecha buena de unas 550.000 toneladas.

La necesidad de unos datos fiables del aceite en Italia desde la producción al consumo para evitar el fraude, es una vieja demanda del sector olivarero, sin que hasta el momento la Unión Europea haya adoptado una decisión. Medios del sector olivarero español consideran indipensable que la Unión Europea, a la hora de acometer la próxima reforma de la OCM del aceite de oliva que se quiere debatir durante la presidencia italiana, tenga en cuenta la falta de cifras fiables que existen sobre el sector en ese país.

La subida espectacular del aceite de oliva, en un momento cuando además se está iniciando la recolección con buenos rendimientos -aunque la cosecha de aceituna sea baja-, ha causado sorpresa y desconcierto en el conjunto del sector olivarero, desde la producción a la industria.

De acuerdo con las cifras manejadas por el Consejo Oleícola Internacional, cuyo director ejecutivo es Fausto Luchetti, hermano del ministro de Agricultura italiano Walter Luchetti, nos encontramos ante un año con una reducción en la producción mundial de aceite de oliva con una oferta aproximada de 1.550.000 toneladas frente a una demada superior a 1,7 millones de toneladas.

Esta caída en la oferta frente a una producción media de 1,8 millones de toneladas ha jugado al alza en el precio lo que se debe especialmente a la ba a cosecha española que en el mejor de los casos podría llegar a las 300.000 toneladas.

La baja producción española había provocado en los últimos meses la salida de industriales españoles a comprar aceite en otros países y, especialmente, en Grecia donde se aseguraba una cosecha de unas 370.000 toneladas y otras 550.000 toneladas en Italia.

Cosecha escasa

Sin embargo, mientras se esperaba que los italianos tuvieran este año una posición vendedora de acuerdo con las cifras de producción que manejan oficialmente, la industria italiana ha pasado sorprendentemente a una postura compradora, además, en el mercado español donde la cosecha es escasa.Las principales operaciones se han realizado por firmas como Oleícola Valpesana y Oleifici. Otros grupos han seguido la misma línea al estar bajos de existencias y albergar el temor a comprar más caro si se mantiene la ofensiva italiana.

Según medios del sector, parece contrastado que la producción italiana ha sufrido un ataque de mosca y que su calidad va a ser muy deficiente, razón por la cual se ven obligados a comprar en el exterior para mejorar todos sus aceites y proceder luego a su exportación a otros países, España incluido.

La subida ha cogido a casi todos los industriales por sorpresa, con las reservas bajo mínimos, para hacer frente a las ofertas que pondrá en marcha la distribución a primeros de año.

En algunos de estos medios se llega a pensar en la existencia de grupos que tratan simplemente de manipular el mercado para hacer negocios puntuales. Industriales y productores coinciden en sus temores a que unos precios altos puedan expulsar a miles de consumidores del aceite de oliva. La caída en las ventas envasadas de enero a noviembre ya ha sido del 15%.