La ingeniería genética llena latas de tomates
La firma británica Zeneca ya ha envasado la primera cosecha comercial de tomates alterados genéticamente, y está lista para ponerlos en los supermercados. A principios del año que viene, los clientes de las cadenas Safeway y Sainsbury serán los primeros europeos en paladear alimentos tratados con ingeniería genética.
Los tomates han sido alterados para reducir la actividad de la enzima poligalacturonasa, que normalmente provoca una maduración tan rápida que los pudre durante su transporte. Las protestas de grupos ecologistas y asociaciones de consumidores han provocado que las latas lleven una etiqueta para advertir a los compradores del tratamiento genético de sus contenidos.
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