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El auge de los republicanos pone al español contra las cuerdas en Estados Unidos

Se extiende el lema 'English only' conforme se acercan las elecciones presidenciales

Antonio Caño

Una juez de Texas causó el mes pasado conmoción en el mundo hispano de Estados Unidos al dictaminar, en un caso sobre la custodia de una hija de padres divorciados, que la madre tendría obligatoriamente que hablarle en inglés a la pequeña si no quería perder sus derechos sobre ella. Días después, Bob Dole, principal candidato republicano a la presidencia, le dio indirectamente la razón al juez y defendió que el inglés sea adoptado como el idioma oficial. El acoso al español se ha acentuado en EEUU desde que los republicanos tienen el control del Congreso.

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Esa ofensiva, así como la propuesta de Dole, refleja el sentimiento de una gran parte de la población norteamericana, harta de no poder comunicarse en su idioma con el taxista de Nueva York y de gastar sus impuestos en el auxilio de cientos de miles de inmigrantes que reclaman educación para sus hijos en su lengua de origen. Pegatinas con el lema ¡English only! adornan los cristales de algunos coches, y chapas con ese mismo emblema van prendidas de más de una solapa. La campaña promete hacerse más agresiva a medida que avance el debate para las elecciones del próximo año. Varios candidatos han convertido la defensa del inglés en un símbolo de su política contra la inmigración y en un instrumento contra el vertiginoso avance de otras culturas, principalmente la española.El episodio del juez de Texas ha alertado a los dirigentes hispanos y los congresistas de ese origen del peligro de que un día su idioma de origen se pueda ver relegado a las catacumbas, o incluso ser prohibido.

"Si le sigue usted hablando en español a su hija la condenará a ser una criada", afirmó el juez Samuel Kiser en el caso de Marta Laureano contra Timothy García. Con ello, el magistrado no sólo impedía que la lengua materna de Marta le fuese transmitida a su siguiente generación, sino que reconocía que los hispanos están condenados a la marginación.

Un grupo de congresistas, encabezados por Ed Pastor, de Arizona, ha pedido a las autoridades judiciales de Texas que tomen medidas disciplinarias contra Kiser, quien sólo ha rectificado para pedir disculpas a las empleadas de hogar.

Oficializar el inglés

Pero en el Congreso se observan en estos momentos otros movimientos más serios en dirección bastante contraria a la de Ed Pastor. Con el apoyo y los fondos de un grupo de presión llamado U.S. English, 180 miembros de la Cámara de Representantes han elaborado un proyecto de ley para oficializar el inglés como único idioma de Estados Unidos. Eso obligaría a escribir todos los documentos oficiales en esa lengua, aunque permanecerían letreros bilingües en hospitales, comisarías de policía, centros turísticos, etcétera. Otro proyecto en marcha extiende el uso exclusivo del inglés a las papeletas de votación y los colegios.Bob Dole, que defiende la primera de esas propuestas, declaró la pasada semana que "con todas las fuerzas divisorias que amenazan a este país, es necesario el pegamento del lenguaje para mantenerlo unido". "Es necesario detener" dijo, "la educación de lenguaje alternativo y reconocer de una vez y por todas el inglés como lengua oficial"

Aunque es natural que el francés y el italiano sean los idiomas oficiales de Francia o Italia, en Estados Unidos la inexistencia de una lengua oficial ha sido tradicionalmente una prueba de la vocación plural de esta nación, donde conviven multitud de etnias y lenguas diferentes. Eso ha llevado a veces a excesos, como los de Los Angeles -en cuyas escuelas llegan a hablar más de un centenar de idiornas-, que a veces han sido aprovechados políticamente como excusa para culpar a los inmigrantes de los problemas de violencia y desintegración que existen en Estados Unidos.

Otro de los obstáculos para mantener un país multilingüístico es el económico. Garantizar la posibilidad de que un niño de origen guatemalteco pueda estudiar en español y otro de origen africano en swahili supone un costo que, hoy en día, no puede permitirse ningún Estado. Este verano, New Hampshire se ha convertido en el vigésimo segundo Estado de la Unión que adopta unilateralmente una legislación convirtiendo el inglés en idioma oficial.

Educación multilingüística

Voces liberales, como la del columnista de The New York Times Thomas Friedman, han coincidido en que "la permanente educación multilingüística es un camino hacia el desastre". "El inglés debería ser el primer idioma de todos los estudiantes, y otras lenguas sólo deberían utilizarse como un puente hacia la educación en inglés", opina Friedman.El problema de fondo es que, manteniendo la educación en el idioma de origen, los inmigrantes -el juez de Texas tiene razón en eso- están condenados a un estatus de ciudadanos de segunda. Varias organizaciones hispanas, sobre todo en el oeste y el suroeste del país -el caso de Florida es distinto porque allí la comunidad latina tiene un fuerte poder económico- promueven el aprendizaje del inglés como un medio para alcanzar verdadera influencia en la sociedad de mayoría anglosajona.

Uno de los partidarios de la oficialización del inglés, el congresista republicano Toby Roth, cree que el uso prioritario de ese idioma no hace más difícil la vida de los inmigrantes, sino al contrario. "El inglés", afirma, "ha permitido hasta ahora que inmigrantes de diferentes orígenes convivan en una sola nación".

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