Las propuestas de la UE chocan en Pekín con las resistencias del Vaticano

ENVIADA ESPECIAL, Las principales objeciones a las propuestas de la Unión Europea (UE) en la Conferencia de la Mujer las está poniendo la Santa Sede. El nuevo concepto de maternidad compartida o la información que debe darse a la mujer sobre la planicación familiar, entre otros temas, enfrentan a ambas delegaciones. El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, matizó ayer su postura sobre los métodos anticonceptivos argumentando que una cosa es suscribirlos en el documento que se elabora aquí y otra distinta aceptarlos moralmente. "Pero esto no es un congreso de teología" señaló.

La ministra de Asuntos Sociales española, Cristina Alberdi, aseguraba ayer que el largo documento que se estudia en esta conferencia no está encontrando, contra todo pronóstico, muchas dificultades de consenso. Las " 12 áreas de interés" en las que está dividido dicho documento apenas encuentran problemas, salvo algunos puntos relacionados con la salud reproductiva, el salario para el ama de casa y alguna cuestión ética, en los que el Vaticano no está de acuerdo."La UE ha eliminado el párrafo en el que se dice que la mujer tiene derecho a ser informada de los riesgos que los métodos anticonceptivos pueden tener" dijo Navarro Valls, que añadió: "Esa es una violación flagrante de los derechos humanos de la mujer. No sé qué dirán los médicos españoles sobre ello". Cristina Alberdi, portavoz de la UE en esta conferencia, aseguré que tal párrafo no se ha eliminado del texto y se remitió al mismo, que proclama que entre los derechos reproductivos de decidir libremente sobre la planificación familiar hay que contemplar "el derecho a la información y los medios para hacerlo". Y Alberdi añadió: "En la información debe entrar todo; lo positivo y lo negativo, porque si se informa sólo de los riesgos estás impidiendo la libertad de acción".

La UE llegó a Pekín con la idea clara de fomentar un reparto de papeles, a todos los niveles, más equitativo entre hombre y mujer. Para la UE, es importante que se hable del papel como padres de ambos. El Vaticano prefiere contemplar sólo el papel femenino. La UE pide que se valore el trabajo de la mujer. El Vaticano pide que, además, se le remunere por ello, lo que rechazan las delegaciones de la UE.

Pero el ataque más feroz se produjo por parte de Navarro Valls al asegurar a los periodistas que la representante española, Cristina Alberdi, en una reunión, y en nombre de la UE, había dicho que "la ética no tiene lugar alguno en la medicina". "Hemos pedido ya oficialmente explicaciones al respecto", dijo el portavoz vaticano. Alberdi, informada de la acusación, aseguró: "Les daremos todas las explicaciones que quieran. Nadie ha dicho eso. Una cosa es quitar del documento una alusión a la ética médica y otra distinta cargamos todos los códigos deontológicos de práctica médica. Debe ser un malentendido". La UE en bloque estudiaba ayer pedir al Vaticano una explicación al respecto.

También hay un choque frontal en un capítulo dedicado a programas específicos para niños y adolescentes, donde el Vaticano ve que eliminar la alusión a la orientación de los padres varía todo el contenido, referido a la información que deben tener para lograr "un comportamiento sexual y reproductivo seguro".