Los ganaderos piden ayudas ara importar cereal y evitar e se disparen los precios
Las organizaciones sectoriales de productores de huevos, pollos, porcino y ganado vacuno, así como los fabricantes de piensos han solicitado a la Administración medidas urgentes para aumentar la oferta de cereales pienso (cebada y trigo blando) en el mercado interior. Como consecuencia de la sequía, este año se espera un déficit de materias primas de casi ocho millones de toneladas, que suponen el 40% sobre una demanda de 21 millones.Los ganaderos advierten que, si no se producen estas actuaciones, se dispararán los precios de los productos para la alimentación animal con riesgo para la supervivencia de la cabaña, pérdida de competitividad de los productos ganaderos y subidas de las carnes con efectos negativos para el índice de Precios al Consumo. En este punto, hay mucha sensibilidad por los esfuerzos del Gobierno por contener la inflación y son, precisamente, los productos alimenticios los que más vaivenes provocan en el IPC. Los ganaderos solicitan la apertura de licitaciones para la venta de cereales por organismos de intervención de otros países de la Unión Europea donde hay excedentes para su consumo en España. Los ganaderos no entienden cómo existiendo excedentes en el mercado comunitario, un país miembro deba pagar altos precios por los cereales propios como consecuencia de la sequía y que se esté llegando a 18 pesetas por kilogramo de paja para la ganadería extensiva.
Las organizaciones de ganaderos reclaman la apertura urgente de nuevas licitaciones con exacciones reguladoras para la importación del cupo restante de maíz y sorgo correspondiente a este año y que asciende a casi 800.000 toneladas. Para los primeros meses de 1996 se reclama igualmente la importación de 1,7 millones de toneladas de maíz correspondiente al cupo del próximo año.
Para las organizaciones de ganaderos, actualmente se están pagando precios entre 26 y 27 pesetas por kilogramo de trigo blando, casi 25 pesetas por la cebada y más de 28 pesetas por el maíz, cuando los precios de intervención se sitúan en torno a las 20 pesetas. Esta escalada de las materias primas va a suponer una fuerte subida en los costes de producción. Si es posible su repercusión en los precios finales, se producirá un grave impacto sobre el índice de los Precios al Consumo. Si, por el contrario, se producen importaciones de carne a precios más bajos, existe un grave riesgo para la supervivencia de la propia cabaña y aumentará la dependencia exterior en el consumo de carnes.
Según los primeros datos oficiales elaborados por la Administración, la próxima cosecha de cereales de invierno ascenderá a solamente 10,7 millones de toneladas, lo que supone la campaña más baja de los últimos 25 años. De esta cantidad, 3,7 millones de toneladas corresponderían a trigo y 6,5 millones de toneladas a cebada, a las que se suman otras 500.000 toneladas en avena y centeno.
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