El virus Ebola se ha extendido a tres ciudades de Zaire mientras cunde la alarma en la capital

El virus Ebola, uno de los más mortíferos que afectan al hombre, se ha extendido ya a tres ciudades de Zaire. El foco original, la ciudad de Kikwit, se encuentra en cuarentena, y la alarma aumenta en la capital zaireña, donde hay controles en las carreteras hacia la región de Bandundu. Resulta difícil saber el número de muertos, ya que existe en la zona una epidemia de disentería con síntomas parecidos que ha causado 60 fallecimientos. La cifra dada ayer por la tarde por la OMS es de 48 muertos de 65 casos confirmados, debidos en su mayor parte a la falta de medios en los hospitales.

Los nuevos afectados son en su mayoría trabajadores sanitarios que estuvieron en contacto con los enfermos, así como sus familiares. La organización Médicos sin Fronteras y la OMS coincidieron ayer en que muchos de los casos achacados al virus son en realidad de los 61 fallecidos debidos a una epidemia de disentería. También se mostraron optimistas sobre la contención de los brotes. La Oficina Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) aprobó ayer la entrega de 38 millones de pesetas en tres meses a Médicos sin Fronteras para ayudar a contener el brote de Ebola.Según la OMS, el virus sé ha aislado en cuatro hospitales, dos en Kikwit, una ciudad de 500.000 habitantes a 500 kilómetros de Kinshasa; uno n Mosango, a 100 kilómetros de Kikwit, y otro en Yassa Bonga, a 25ó kilómetros de Kikwit. Pacientes de Kikwit fueron trasladados a estas otras ciudades cuando se descubrieron los primeros casos. Aparecen unos seis casos nuevos diarios. Entre los muertos hay tres monjas italianas.

Según Bernadin Mungul, gobernador de Kinshasa (5 millones de habitantes), las autorida del están preocupadas porque las familias llevan los enfermos al hospital y huyen. "He prohibido la entrada de personas procedentes de Bandundu en Kinshasa", afirmó Mungul el jueves. Ciento cincuenta patrullas de policía vigilan que se cumpla la orden, pero su eficacia es muy limitada, informa AFP, cuyos enviados especiales pudieron constatar que el tráfico procedente de la región afectada era casi normal.

Los expertos enviados por la OMS, procedentes del Estados Unidos, Francia y Sudáfrica, están distribuyendo material estéril -guantes y trajes, así como jeringuillas- en los hospitales para impedir que se extienda la infección.

Aislamiento

Los expertos internacionales también trabajan en identificar lo antes posible a los enfermos y aislarlos. Intentan asimismo que vuelvan los pacientes que huyeron del hospital de Kikwit ofreciéndoles tratamiento y comida en condiciones de. aislamiento. Se cree que el origen del brote está en un paciente infectado por el virus al que se le práctico una operación de abdomen, a mediados de abril, en el hospital central de Kikwit. La reutilización de las jeringuillas y las escasas medidas de higiene posibles en un hospital del Tercer Mundo hicieron el resto.

Aeropuertos de países como Bélgica, Brasil y Portugal, que reciben vuelos directos desde Zaire, han establecido medidas para impedir que puedan entrar personas infectadas. A España no llegan vuelos de este país. "Lo norníal", dijo ayer el subdirector general de Sanidad Exterior, Julián Martín, "es que los controles se hagan en los países de la UE con vuelos directos". Martín aconsejó a los españoles que eviten viajar a la zona afectada.

La OMS señaló ayer que no hay necesidad de medidas especiales en el tráfico áereo, excepto las de rutina en caso de enfermos graves y se opuso al establecimiento de la cuarentena en Kikwit, dada la poca transmisibilidad del virus, informa El portavoz de la OMS, Richard Leclair, señaló ayer: "La epidemia está en su fase ascendente, es posible que llegue a Kinshasa si algún enfermo se traslada allí y contagia la infección, pero no es probable. Estamos contra la cuarentena porque es inútil, hace falta un contacto muy íntimo para coger la infección".

Nueve de cada 10 mueren

El virus mata a 9 de cada 10 afectados y recibe su nombre de un río en el norte de Zaire cercano a donde se produjo el primer brote conocido en 1976. Afecta de vez en cuando a los humanos pero normalmente convive pacíficamente con monos u otros animales. Es de difícil transmisión, ya que no se transmite por el aire, como el resfriado o el sarampión, sino por contacto con sangre o secreciones corporales. Los trabajadores sanitarios son los que están en mayor riesgo.

Los síntomas son al principio fiebre, vómitos y diarrea. Cuando el virus afecta al mecanismo de coagulación, a las dos semanas, aparecen las hemorragias generalizadas -incluso por ojos y oídos- que le han hecho famoso. Pero las víctimas mueren antes de poder infectar a mucha gente y los expertos señalan que la amenaza es mucho menor que la que representa el sida.