Compromiso con la democracia en Rusia del presidente de Estados Unidos
P. B. / A. C., Solemne y rígido en su conferencia de prensa con Borís Yeltsin, Bill Clinton estiró por fin los músculos y esbozó una amplia sonrisa ante una muchedumbre de miles de jóvenes que le aclamaron en la puerta de la Universidad estatal de Moscú. Los allí congregados escucharon lo que querían oír: "Estados Unidos", les dijo el presidente norteamericano, "está comprometido con la libertad, la democracia y el progreso de Rusia".
Los responsables de la seguridad habían desaconsejado ese baño de masas. De hecho, hubo empujones y forcejeos entre el público cuando Clinton apareció en la escalinata del recinto. Pero el presidente no quería defraudar a las personas que habían esperado allí varias horas bajo una lluvia helada para saludar al que trataron como su héroe. También Ronald Reagan tuvo ese tratamiento al hablar, todavía bajo el régimen comunista, en esta misma universidad, la más prestigiosa del país.
Bill Clinton animó a los estudiantes a empeñarse en la construcción de la democracia sin rendirse ante las dificultades que surgen. "La respuesta a los desafíos no es el regreso al aislamiento", afirmó. Les habló de la importancia de las elecciones libres, de la tolerancia y el respeto a la diversidad. Les advirtió que "hay muchos en este país que no favorecen esa dinámica". "Y también hay muchos en mi país" aseguró, "que no creen que seáis capaces de seguir por ese camino. Ellos predicen, por el contrario, que repetiréis las pautas del pasado. Por supuesto que el futuro no puede asegurarse, pero creo que esas voces negativas están equivocadas".
El presidente norteamericano reconoció que Rusia tiene que construir una democracia "basada en sus propias tradiciones y su propia cultura". Admitió que "el mundo necesita una Rusia fuerte y democrática", pero advirtió que este país no puede alcanzar su verdadero papel internacional "a expensas de sus amigos y vecinos, sino en cooperación con ellos".
Clinton aseguró a los estudiantes que "no están solos" en su propósito de democratizar el país. El presidente norteamericano afirmó que Estados Unido comparte ese objetivo y se comprometió a ayudarles a alcanzarlo. Y por estas palabras Bill Clinton se ganó una larga ovación de todos los asistentes puestos en pie en el gran salón de actos del enorme edificio estaliniano, levantado sobre el Monte Lenin en 1953 tras cuatro años de construcción, y que alberga la Universidad.
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