Nuevo sistema de detección de la bacteria de la úIcera gástrica
El Helicobacter pylori, bacteria descubierta recientemente como la principal responsable de la mayor parte de las patologías gástricas, desde las úlceras de estómago hasta algunos tipos de cánceres, puede ser localizada con la aplicación de un nuevo método descubierto por el equipo de microbiólogos de hospital Nuestra Señora de Aránzazu, de la red pública de Sanidad Vasca. Hasta ahora, la vía más habitual es una endoscopia, técnica muy incómoda para el paciente.
El sistema ha sido puesto en marcha por el equipo de médicos que dirige el profesor Emilio Pérez Trallero, y consiste en la ingestión de una cápsula de gelatina en cuyo interior van enrollados 90 centímetros de nailon. El hilo, de gran capacidad de absorción, consigue, después de permanecer durante una hora en el estómago, obtener una muestra de la mucosa para ser analizada y detectar la presencia de la bacteria.
500 pacientes
Los estudios sobre este nuevo método comenzaron hace dos años y ha sido utilizado en el diagnóstico de 500 personas. La negativa de un gran número de enfermos a someterse a una prueba de endoscopia debido a las molestias que ocasiona es lo que llevó al equipo de microbiología del hospital de San Sebastián a explorar en la aplicación de nuevos sistemas.
La endoscopia consiste en la introducción por la boca de un tubo semirrígido de un diámetro superior al centímetro, que conlleva molestias y naúseas, e incluso puede provocar sensación de asfixia. La píldora alternativa tiene un coste de 1.000 pesetas, cantidad muy inferior a la que cuesta una endoscopia.
El jefe del servicio de microbiología del hospital de Aránzazu, Emilio Pérez Trallero, asegura que la ingestión de la cápsula puede sustituir a la prueba de la endoscopia, aunque se recomienda que en la primera ocasión el diagnóstico se realice esta prueba.
"Ha habido ocasiones en las que el paciente se ha negado a realizar esa primera prueba y ha ingerido la cápsula y los resultados han sido satisfactorios", indicó.
Tras un periodo de pruebas de un año, el nuevo sistema se puso en marcha en fase experimental en 1994 en el servicio de atención primaria del ambulatorio de Gros. Durante el periodo en el que la píldora permanece en el estómago, el paciente puede realizar una actividad normal y, pasado el tiempo de una hora, se extrae el hilo y se analiza en el laboratorio.
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