Una Gioconda de 10.000 caras preside la 'Domus' del hombre en La Coruña

Una reproducción de La Gioconda de Leonardo da Vinci, de dos por tres metros, realizada con más de 10.000 rostros de personas de todas las edades, procedencias y condiciones, que enviaron su fotografía desde 110 países diferentes, preside el interior del nuevo museo Domus o Casa del Hombre que hoy se inaugura en La Coruña. Se trata de un singular edificio, construido sobre el mar en un extremo de la playa de Riazor, obra del arquitecto japonés Arata Isozaki, autor, también, del Palau Sant Jordi de Barcelona.

En su interior, la Domus alberga un centro interactivo científico-antropológico que presenta numerosas sorpresas -hasta 150 experiencias- para los visitantes que empezarán el domingo a recorrerlo.A la inauguración, presidida por el alcalde de la ciudad, Francisco Vázquez, no asistirán como es habitual políticos, pero sí científicos e intelectuales, entre ellos el premio Nobel E. Donall Thomas, pionero en el trasplante de médula, Robert G. Edwards, padre de los niños-probeta, Manuel Patarroyo, premio Príncipe de Asturias y descubridor. de la primera vacuna contra la malaria, F. James Rutherford, especialista en educación científica de la AAAS y Domingo García Sabell, presidente de la Real Academia Gallega, además de Isozaki.

La Casa de las Ciencias

El museo, sobre el que EL PAÍS Semanal publica este fin de semana un amplio reportaje, ha sido costeado en su totalidad por el Ayuntamiento de La Coruña. Representa -tiene el mismo director, Ramón Núñez- la continuación de una novedosa línea de divulgación y educación iniciada hace 10 años en esta ciudad con la Casa de las Ciencias, que al igual que la Domus, tampoco es un museo en su concepto tradicional.

El visitante puede fotocopiarse un pie para comprobar cómo anda, mezclar su rostro con el de otra persona, confundir a su sentido del equilibrio, disparar un penalti y saber con qué velocidad lo hace, intentar distinguir olores y sabores y así hasta centenar y medio de experiencias que pretenden hacerle reflexionar y des cubrir aspectos insospechados de su propia esencia como individuo y como integrante de la especie humana, según los que concibieron este singular museo.

Una maqueta de un corazón de 6 metros de altura por cuyo interior debe pasar el visitante ocupa una encrucijada del recorrido. Dentro observará el trajín de las válvulas que conectan ventrículos y aurículas y escuchará el latido que producen. Manejando una base de datos almacenada en un vídeo-disco se observan los diferentes tipos de células del cuerpo humano. La Gioconda de las múltiples caras es una alegoría de la diversidad humana y un canto a la solidaridad.

"El objetivo de Domus", dice su director, "es divertir al visitante, estimulando su curiosidad y suscitando su reflexión acerca de las características de la especie humana". Lo más innovador, en su opinión, son los temas que toca y su carácter interdisciplinar, que lo convierten en una nueva especialidad en los museos de ciencia interactivos. Es destacable la variedad de lenguajes comunicativos y la integración de medios clásicos y modernos audiovisuales. La entrada costará 400 pesetas.