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El Parlamento ruso prepara una ley para no devolver los cuadros incautados a los nazis

El Ermitage exhibe 74 obras maestras expoliadas por Stalin en la II Guerra Mundial

La primera gran exposición de cuadros famosos que llegaron a Rusia como trofeos de la Segunda Guerra Mundial se inauguró ayer en el Ermitage, despertando no sólo el interés de los amantes del arte, sino también el de los juristas especializados en los problemas de la restitución de los trofeos artísticos a los países afectados. Mientras los descendientes de los coleccionistas a quienes pertenecían los cuadros piden que se los devuelvan, los parlamentarios rusos preparan una ley para declarar propiedad estatal las obras obtenidas como botín en la Alemania nazi.

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Exhibición de trofeos

"Es un pecado haber escondido de los ojos del público estas magníficas obras durante tanto tiempo, pero por espacio de muchos años tuvimos que resignarnos al deseo de Moscú de mantenerlas en secreto", declaro Mijaíl Piotrovski, director del Ermitage, refiriéndose a obras maestras como Plaza de la Concordia, de Edgar Degas; La Casa Blanca de noche, de Vincent van Gogh, o Piti teina (Dos hermanas), de Paul Gaugin, que se exhibieron el pasado mes de febrero como un adelanto de la actual muestra. Entre los 74 lienzos que se se exhiben en la exposición Obras maestras desconocidas. Pintura francesa de los siglos XIX-XX proveniente de colecciones privadas de Alemania que los soldados rusos trajeron a la desaparecida Unión Soviética, hay 15 renoirs, siete cezannes, cuatro van goghs, cuatro gauguins, además de obras de Camille Corot, Gustave Courbet, Honoré Daumier, Eugene Delacroix, Henri Fantin-Latour, Edouard Manet, Henri Matisse, Claude Monet, Camile Pissarro, Toulouse-Lautrec y Edouard Vuillard, e incluso un boceto al pastel de Pablo Picasso.Los cuadros seleccionados para la exposición Obras maestras desconocidas conforman una retrospectiva bastante tradicional del arte francés desde principios del siglo XIX hasta principios del XX y abarca prácticamente 100 años justos: se abre con Rocas, paisaje temprano de Corot pintado alrededor de 1828, y se cierra con La bailarina, de Matisse (alrededor de 1927).

Romanticismo y realismo

Como es común en las muestras de este tipo, la exposición comienza con la majestuosa lucha entre el romanticismo y el realismo: Delacroix, Courbet, Daumier. Después de mostrar los paisajes de Corot y las naturalezas muertas de Fantin-Latour, los autores de la exposición siguen con la siguiente generación de artistas: desde Degas, leal discípulo de Ingres, pasando por los más puros impresionistas, como Renoir, Monet y Pissarro hasta llegar al simbolismo de Gauguin y a las líneas quebradas del Picasso temprano.

El nombre de la exposición no es gratuito: realmente las obras que se expondrán son de un gran valor artístico, cada una de las cuales por sí sola sería un precioso adorno, incluso en la colección más exigente. Pero hasta entre las obras maestras hay su gradación, y algunas son superiores a otras Es el caso de La plaza de la Concordia. El vizconde Lepic con sus hijas, cruzando la plaza de la Concordia, de Degas. Pintado en 1875, pertenecía a la colección de Otto Gerstenberg y hacía 50 años que nadie veía este lienzo. Entre las otras joyas de la muestra se cuentan En el jardín, de Renoir (1885), y Bañistas, de Cezanne (18901891). La Casa Blanca de noche ha despertado ardientes polémicas, y aunque algunos especialistas han dudado de su autenticidad, el Museo del Ermitage asegura que no caben dudas de que pertenece al pincel de Van Gogh y fue pintado en Auvers-sur-Oise en 1890, cuatro semanas antes de que éste se suicidara.

Alemania fue informada con anticipación de la muestra planeada y, como dijo Eberhard von Puttkarner, cónsul general en San Petersburgo, el Gobierno alemán está de acuerdo en que ésta se realice, aunque ello "no afecta la demanda" de Bonn para que Rusia devuelva las obras de arte de las que se apropió durante la Segunda Guerra Mundial.

Los lienzos que se muestran son sólo una pequeña parte de los trofeos artísticos expoliados por el Ejército Rojo en la guerra contra los nazis que se guardan en los depósitos secretos del Ermitage. Como ha dicho Piotrovski, tienen 800 cuadros, 200 esculturas, papiros de la Librería Austríaca de Viena y obras de arte chinas y japonesas del Museo Oriental de Berlín.

Gran parte de los cuadros de la exposición del Ermitage provienen de la colección de Otto Krebs, que murió en 1941. Éste dejó la mayoría de las obras a la Fundación Krebs, creada por él.

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