España supera la media de la ayuda de los países ricos al Tercer Mundo

"Los países ricos han bajado sus presupuestos de cooperación del 0,33% del PIB al 0,29% entre 1992 y 1993. En la ONU creemos que la situación va a empeorar. España, con un 0,35%, es una excepción". Este dato lo aportó ayer Jean Fabre, del Programa de la ONU para el desarrollo, en la presentación de la cumbre sobre desarrollo social, que será la mayor concentración mundial de líderes políticos: 128 jefes de Estado o Gobierno.

Los temas a tratar en la próxima cumbre de Copenhague, llamada oficialmente Conferencia Mundial sobre Desarrollo Social, incluye desde el desempleo hasta la integración social pasando por la igualdad de oportunidades o la erradicación de la pobreza. "En esta cumbre se parte de un concepto nuevo: que la política económica y la política social son dos caras de la misma moneda", dijo la ministra española de Asuntos Sociales Cristina Alberdi, que encabezará la delegación española, aunque el presidente del Gobierno Felipe González también asistirá en los dos últimos días.La cumbre de Copenhague es fruto de la constatación del estrepitoso fracaso de conseguir un mundo mejor. El dato aportado ayer por Fabre sobre el descenso de las ayudas a los países necesitados es sólo uno más. Los abismos entre países ricos y pobres son más profundos que nunca, el 20% de los más favorecidos percibe el 83% de los ingresos mundiales, el mundo tiene más de mil millones de pobres, 120 millones de desempleados (35 millones, según la OIT; véase página 54), 700 millones de personas que no ganan lo suficiente para mantener a sus familias y decenas de millones que están desplazados.

Dentro de este panorama de claro retroceso, Jean Fabre aseguró que la ONU está muy agradecida a España -"el Gobierno ha sabido incoporar esta demanda de su sociedad civil que luchó por llegar al 0,7%"- por su gesto de elevar su cooperación hasta el 0,35% del PIB. "Es un gesto especialmente importante por que al ser un país con la mayor tasa de desempleo de su entorno deja sentado que el esfuerzo hay que hacerlo incluso cuando se está en dificultades".

Si las naciones, incluidas las ricas, han tomado conciencia del problema de la pobreza es porque, según Jean Fabre, "en un mundo interdependiente como el nuestro nadie está libre porque la pobreza no tiene fronteras". En esta cumbre se van a tratar nuevos conceptos, como por ejemplo el del llamado Cuarto Mundo y cuyo mejor exponente son los cinturones de miseria y chabolismo que rodean a las grandes ciudades de las naciones desarrolladas.

Recursos e imaginación

Para llevar a cabo el plan de desarrollo que estudia la ONU, y que debe ser aprobado en la cumbre de Copenhague -del 6 al 12 de marzo-, se necesitan recursos y mucha imaginación. Fabre aportó algunos datos que ya se han barajado en reuniones previas. "Entre 1987 y 1990 el ahorro en gastos militares ascendió a 900.000 millones de dólares (117 billones de pesetas) que, sin embargo, no se destinaron a ninguna otra cosa. "Sólo desaparecieron de los presupuestos", dice Fabre. "Un mínimo porcentaje de ese ahorro anual serviría para hacer un importante fondo para el desarrollo".

También se debate sobre la idea aportada, por el premio Nobel de Economía James Tobin de establecer una tasa del 0,5% sobre los movimientos especulativos. "Con sólo el 10% de esa tasa se dispondría de 150.000 millones de dólares (casi 20 billones de pesetas) al año para invertir en desarrollo" ' dice Fabre.

Tanto Fabre como Alberdi insistieron, no obstante, en que lo importante es, establecer prioridades. "Si hay voluntad política", dice la ministra, "habrá recursos". A este respecto, el portavoz de la ONU habló de la importancia de invertir más dinero en prevención sanitaria para evitar gastos mayores. "Sólo el sida ha costado 240.000 millones de dólares (31 billones de pesetas)" afirmó, Fabre. Ayer, el director general de la OMS, Hiroshi Nakajima, se quejó desde Ginebra de que el derecho a la salud no se ha tomado muy en cuenta para esta cumbre, informa France Presse.

Cristina Alberdi no teme que la cumbre quede en una mera declaración de buenas intenciones

"Por primera vez se han fijado objetivos con plazos cortos. De aquí al año 2000 el 80% de los niños han de estar escolarizados en educación primaria; la esperanza de vida ha de subir hasta los 60 años; la mortalidad infantil debe reducirse en un 30% respecto al porcentaje de 1990; la mortalidad materna debe reducirse a la mitad; la malnutrición de los niños, también, y el acceso a los servicios básicos de salud debe ser universal".

Además de Felipe González, asistirán a Copenhague los líderes de Austria, Chile, China Francia, Alemania, India, Irlanda, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Estados Unidos y Venezuela, entre otros.