Vértigo al MIR
Tiene cara de notable alto y confirma que lo alcanza. A sus 23 años y a punto de licenciarse se declara ya voluntario a eterno opositor si no consigue el próximo octubre una plaza para hacer hematología o medicina interna. "En la práctica sé que sin una formación no podré trabajar ni en la medicina privada". Si lo piensa, le da vértigo. "Me iré al extranjero", se le ocurre como alternativa. En seis años, algunas cosas han cambiado en su cabeza. "Hoy en día para hacer Medicina te tiene que llamar mucho porque ya no tiene el prestigio de antes. La gente está harta de los médicos porque busca humanidad".
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