El Gobierno vasco endurece el control para reabrir la planta que causó un escape tóxico

El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco endurecerá las medidas propuestas por la Junta de Calidad del Aire del Gran Bilbao para tener "absolutas garantías" de que Rontealde no volverá a tener un nuevo escape tóxico. El informe de la Junta asegura que la nube de SO2 (dióxido de azufre) que recorrió el pasado 21 de octubre Barakaldo, municipio de 105.000 habitantes, se debió a una "emisión anómala de la citada planta".

Por otra parte, el juez que instruye el caso, Agustín Hernández Hernández ha llamado a declarar a los diez primeros miembros de la lista de afectados, por la emisión tóxica los próximos días 15, 18 y 29 de este mes. Una hora después del escape murió un hombre de 70 años que padecía una enfermedad bronquial. Los ecologistas coinciden con la Admnistración vasca en que la planta deberá permanecer cerrada hasta que haya garantías, aunque ayer reiteraron su desconfianza ante lo que pueda hacer la empresa. "¿Quién me asegura que se va a cumplir cuando antes no lo han hecho?" indicó un portavoz de Eki.La dirección de la empresa, que permanece cerrada, desconocía ayer oficialmente el informe de la Junta y prefirió no emitir valoración alguna. Con todo, reiteró que Rontealde no tuvo "ninguna responsabilidad" en el escape. Además del informe de la Junta, el forense que practicó la autopsia consideró "sospechosa de criminalidad" la muerte del anciano por estar debida a una "posible reacción a gases irritantes". El dióxido de azufre es un gas incoloro, picante e irritante.

Entre las medidas que apunta el informe de la Junta de Calidad del Aire destaca la presencia de personal cualificado de la ingeniería Lurgi en la puesta en marcha y arranque de la planta para la producción de ácido sulfúrico. Rontealde, además, deberá contratar un laboratorio homologado en materia de medio ambiente industrial que ratifique su informe técnico sobre las condiciones de uso y calibración de la instalación y que garantice el correcto funcionamiento de la empresa.

Red de vigilancia

Junto a estas garantías, la Junta recoge una de las exigencias del movimiento ecologista acerca deque Rontealde conecte su registro de emisiones a la red de vigilancia de contaminación atmósférica del Departamento de Medio Ambiente. Esta es una de las medidas que el Ejecutivo vasco pretende endurecer, ya que en los monitores de control no hay una persona las 24 horas del día. Los técnicos de Medio Ambiente reunidos el martes con el consejero José Antonio Maturana, reconocieron la existencia de "puntos débiles" en las medidas correctoras. El sensor de emisión de la chimenea de cola no registró dató alguno durante el escape. La Junta, compuesta por representantes de las consejerías, de Medio Ambiente, Industria y Sanidad, ha pedido que se levante la paralización cautelar dictada por Maturana el mismo día del accidente. Maturana valoró para el cierre la reincidencia de la empresa, que ha tenido escapes de relevancia en septiembre de 1988, marzo de 1989 y febrero de 1991.

El consejero de Medio Ambiente se reunirá el viernes con el número dos del Departamento, Xabier Garmendia, para ampliar las medidas correctoras. Pero ya ha adelantado que no levantará el cierre cautelar hasta no "tener absolutas garantías ".