En seis años habrá 140 millones de abonados al teléfono portátil del sistema digital paneuropeo
Grandes empresas apuran sus estrategias de cara a la próxima licencia española
El Cuartel general de la multinacional alemana de la informática y las telecomunicaciones, Siemens, en Munich. Un marcador electrónico situado en una de las zonas de exposición indica de forma inexorable que cada dos segundos hay un nuevo abonado a la telefonía móvil. en la modalidad GSM (o sistema digital paneuropeo) con equipos de esta empresa. Es un dato más pero muy significativo de la vertiginosa carrera que se está produciendo en el desarrollo de los teléfonos portátiles y sin hilos. Este sistema cuenta en la actualidad con más de 31 millones los abonados en el mundo y en el año 2000 (es decir, antes de seis años) este número sobrepasará ya los 140 millones.
ENVIADO ESPECIAL
Aquí, en Alemania, en el mismo corazón del país pionero en la implantación hace dos años de este sistema de telefonía que está causando furor, se piensa ahora en España y se mira mucho hacia España, último país de la Unión Europea que va a implantar el que hasta ahora es el sistema más avanzado del mundo de telefonía sin hilos, también llamada ya telefonía personal porque permite localizar al abonado en cualquier lugar de Europa sin cambiar de número ni de terminal."España es uno de los grandes mercados de telecomunicaciones europeos, de los que se espera un mayor crecimiento", dice Erwin Hardt, uno de los altos cargos de Siemens y responsable entre otras cosas del macrodepartamento de redes públicas.
No es el único que piensa lo mismo. Los grandes operadores europeos como British Telecom, Mannesmann, DeTeMobil y empresas suministradoras como Ericsson, Alcatel y la propia Siemens, apuran sus últimas armas para poder "situarse" lo mejor posible frente a la próxima concesión de una licencia de GSM a la que habrá que añadir otra adjudicada automáticamente a Telefónica.
Empresas con intereses en la telefonía móvil española dicen en Alemania que los cinco consorcios que se presentan a la licencia han mantenido conversaciones y lo siguen haciendo con los principales suministradores de equipos.
Cuando se adjudique la licencia, el próximo mes de diciembre, previo concurso público, España se incorporará a un nuevo sistema de comunicación que está provocando grandes inversiones y que incluso está cambiando algunas pautas de comportamiento social.
¿Qué va a pasar en España? "Seguramente lo que ha sucedido en Alemania, teniendo en cuenta algunas variaciones propias de cada país", dice Erwin Fellner, ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones, que ya no se siente él mismo "cuando le falta su GSM". Según comentarios de éste y otros técnicos del sector en Alemania, país que está a la cabeza del desarrollo del GSM, con casi 1,5 millones de abonados (aunque sigue manteniendo casi 800.000 abonados al anterior sistema móvil analógico), el teléfono móvil digital ha pasado de ser un artículo de lujo a considerarse como un producto de consumo.
Fellner sostiene que ya no es un instrumento exclusivamente de ricos y lo dice a sabiendas que él ha tenido que pagar por abonarse a uno de los operadores (actúan en competencia Mannesmann y DeTeMobil) una cuota de enganche de 5.500 pesetas, que cada mes le llega un recibo de 7.000 pesetas, lo use o no lo use, y que cada minuto de llamada le cobran unas 117 pesetas. Hay otra razón que encarece el uso del GSM y que muy pocos lo saben. Dado que figura por demarcaciones, cuando un abonado de Lisboa se desplaza, por ejemplo, a Italia, le cobran como si fuera tarifa de cobro revertido desde que la llamada a ese teléfono sale de la demarcación de Lisboa hasta que el sistema GSM lo localiza en Italia.
Tarifas más ventajosas
Los expertos en telefonía móvil con quienes se ha podido tener contacto en Alemania, sostienen que la liberalización, primera que se realiza en España a este nivel, hará que se mantengan unas tarifas de usuario más ventajosas que las inicialmente previstas. No obstante, advierten que no puede utilizarse alegremente el móvil "porque da la impresión de que no cuesta nada y al final te llegan fuertes gastos inesperados".
Desde el punto de vista de la inversión las cifras macroeconómicas indican que la liberalización es positiva. En Alemania, por poner un ejemplo, este proceso de apertura al mercado ha hecho que uno de los operadores, Mannesmann, haya creado 8.000 puestos de trabajo. En la misma línea se ha colocado DeTeMobil, el otro operador.
De esta manera puede entenderse que el sector de las móviles en telecomunicaciones sea el de mayor crecimiento en esta década. Según datos de la UE, entre 1990 y el año 2000 está previsto un incremento del 11%, cifra muy superior a las asignadas, por ejemplo, al crecimiento del sector del cable (un 3%) o del satélite (un 2,9%).
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