Una comision fijará la propiedad de las obras del convento de Pastrana

El obispado de la diócesis de Sigüenza (Guadalajara) ofreció ayer que una comisión, presidida por un notario o un juez, verifique los títulos de propiedad de las obras de arte que las religiosas concepcionistas guardan en su convento. El edificio sigue vigilado, por cuarto día consecutivo, por vecinos de Pastrana, para impedir que sean trasladados más tesoros artísticos. El alcalde de Pastrana, Juan Pablo Sánchez, del Partido Popular, califica de "importantísima" la puesta en marcha de esta comisión que acogería a todas las partes ya que "ahora mismo no se sabe ni lo que hay ni lo que había en el convento".Por otro lado, un comunicado oficial del obispado, cuyo titular es el también secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor José Sánchez, da la razón a las religiosas concepcionistas en este conflicto, al asegurar que "los objetos que se encuentran dentro del convento han sido adquiridos por la comunidad, a lo largo de cuatro siglos, por los medios normales reconocidos en derecho: donaciones, dotes a religiosas, testamentos y compras". La comunidad acredita su propiedad, prosigue el comunicado, por "el título de posesión quieta y pacífica desde tiempo inmemorial, sin que hasta ahora los haya reivindicado nadie como propios con documentos acreditativos". Esta interpretación no es compartida por el Ayuntamiento y la Coordinadora en Defensa del Patrimonio de Pastrana.

Permiso del obispo

El comunicado del obispado reitera que se quedarán en Pastrana las imágenes de devoción popular que han sido objeto de culto público -Jesús Nazareno, Santo Sepulcro, la Piedad y Nuestra Señora de la Soterranea- y aboga por el derecho a trasladar el resto del patrimonio que "no pertenece ni al obispado ni a la parroquia ni al pueblo de Pastrana" ya que "es propiedad de esta comunidad de religiosas".Las religiosas tenían todos los permisos de las autoridades eclesiásticas para llevar a cabo el traslado de las obras a Membrilla (Ciudad Real), que el obispado justifica por el "grave deterioro del edificio conventual, tal y como avalan los informes técnicos, la carencia de medios económicos para subsistir y el escaso número y avanzada edad de las religiosas".

El alcalde de Pastrana, sin embargo, asegura que ofreció ayuda económica para arreglar el convento y que incluso les gestionó un trabajo a realizar intramuros, que finalmente no aceptaron porque le dijeron que su misión "es la vida contemplativa". Si finalmente se vaciara el convento, Juan Pablo Sánchez cree que los bienes se podrían quedar en cualquiera de los museos de Pastrana.

Según la versión de los incidentes del viernes, ofrecida por el obispado, el diálogo con los vecinos fue imposible, siendo monseñor Sánchez "repetidamente injuriado e insultado, lo mismo que las religiosas".